Las imágenes de satélite muestran que Rusia está reuniendo armamentos cerca de la frontera con Ucrania, mientras que también se han enviado armas estadounidenses y occidentales a Kiev. Del mismo modo, tras los rumores de que Moscú se estaba preparando para lanzar un ataque contra su vecino, miles de efectivos estadounidenses fueron movilizados a los países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) que limitan con Rusia y Ucrania.

Soldados ucranianos cerca de Trokhizbenka, en la región oriental del país, el 2 de febrero. (Foto: NY Times)

Acusaciones refutadas

En los últimos días, los medios de comunicación estadounidenses han hecho públicos comentarios de funcionarios de su país de que Rusia podría lanzar un ataque a gran escala contra Ucrania en unas pocas semanas. En efecto, el Ejército ruso ha desplegado cerca de la frontera con Kiev un total de 83 “grupos de combate a nivel de batallón”, cada uno de los cuales equivale aproximadamente a un batallón del Ejército norteamericano, cuyo tamaño oscila entre 750 y mil soldados.

Estos medios también han afirmado que Rusia ha agrupado alrededor del 70% de su fuerza de combate para un ataque contra Ucrania y que tiene la intención de enviar más “grupos de combate a nivel de batallón” a la frontera compartida.

 Incluso en varios artículos publicados el 5 de febrero por los periódicos The New York Times y Washington Post, algunos funcionarios anónimos advirtieron que una invasión rusa a gran escala podría provocar más de 50 mil bajas. Los números parecen concretos, pero desconocieron la base sobre la cual hicieron esas predicciones. Por su parte, Rusia ha desmentido repetidamente estas acusaciones y ha criticado a Occidente por avivar deliberadamente un conflicto entre Moscú y Kiev.

El embajador ruso en Estados Unidos, Anatoly Antonov, dijo que Washington está tratando de llamar la atención internacional sobre la tensión entre Rusia y Ucrania con el objetivo de alimentar una escalada militar. Por su parte, el embajador adjunto del país euroasiático ante las Naciones Unidas, Dmitry Polyanskiy, calificó de “locas y aterradoras” las especulaciones de Estados Unidos y Occidente.

Esfuerzos diplomáticos para la distensión

Para comprender la crisis actual, se debe tener en cuenta la historia de la relación entre los dos países inextricablemente vinculados que se remonta a muchos siglos atrás. Sin embargo, un dato fundamental es que, tras la disolución de la Unión Soviética en 1991, Ucrania se convirtió en un país independiente y desde entonces ha forjado lazos cada vez más estrechos con Occidente.

En 2014, la decisión del presidente prorruso de Ucrania, Viktor Yanukovych, de rechazar un acuerdo de asociación con la Unión Europea, a favor de vínculos más cercanos con Moscú provocó protestas masivas que llevaron a su destitución. Posteriormente, Rusia anexó la península de Crimea después de un referéndum. Ese mismo año, estalló un levantamiento de separatistas en el este de Ucrania.

En la actualidad, el nuevo gobierno de Ucrania, compuesto por una mayoría de políticos pro-occidentales están ansiosos por unirse pronto a la OTAN para proteger sus intereses. Sin embargo, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha afirmado repetidamente que el deseo de Ucrania de unirse a esa coalición militar es una línea roja para Moscú. Rusia también exigió a la OTAN cesar todo ejercicio cerca de sus fronteras y retirar sus tropas de Europa del Este.

Además, pidió a Occidente que participe en negociaciones sustantivas sobre este tema y al mismo tiempo, insistió en que Moscú no pretende amenazar a ningún país.

Frente a la tensa situación, los países involucrados están haciendo esfuerzos diplomáticos para buscar soluciones al tema. Recientemente, el presidente francés, Emmanuel Macron, mantuvo conversaciones con su homólogo ruso, Vladimir Putin, en el Kremlin, en las que ambos líderes acordaron una serie de propuestas de seguridad para resolver la crisis de Ucrania. Aunque los detalles de este diálogo no han sido revelados, afirmaron que su principal objetivo es prevenir la guerra y generar confianza entre las partes.

Después de su visita a Rusia, el mandatario galo se dirigió a Kiev donde sostuvo conversaciones con su par ucraniano Volodymyr Zelensky. Mientras, el presidente estadounidense Joe Biden también se reunió con el canciller alemán Olaf Scholz en la Casa Blanca para debatir sobre el tema. En este encuentro, Biden declaró que la diplomacia es la mejor manera para apaciguar el conflicto ruso-ucraniano y que Estados Unidos y Alemania continúan teniendo negociaciones sobre seguridad con Rusia.  Mientras, el canciller alemán, Olaf Scholz, afirmó la voluntad de aprovechar todas las oportunidades diplomáticas para rebajar las tensiones. A su vez, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, quien tiene buenas relaciones tanto con Rusia como con Ucrania, dijo que estaba listo para actuar como mediador en la solución de los desacuerdos entre los dos países.

Se espera que el fortalecimiento de los esfuerzos diplomáticos dé resultados positivos, ayudando a las partes involucradas a neutralizar sus desacuerdos y buscar una solución común para reducir las tensiones sobre la base del consenso y el respeto a la soberanía de las naciones.