La reunión de Ministros de Medio Ambiente y Energía de los países del G20, en Nápoles, Italia, el 22 de julio. (Foto: aa.com.tr) |
La reunión de Ministros de Medio Ambiente y Energía de los países del G20, que se llevó a cabo del 22 al 23 de julio, fue la primera en la que se debatió el tema de la alteración del clima como parte de la agenda de trabajo de este grupo. Al final de la conferencia, los países participantes acordaron una serie de puntos importantes, para dar impulso a los esfuerzos por superar este desafío.
Resultados positivos
Como resultado de la reunión, los ministros del G20 firmaron un acuerdo en el cual se comprometieron al cumplimiento del Acuerdo de París sobre el cambio climático, y emitieron un comunicado conjunto.
Entre los principales puntos que se mencionan en dicho mensaje, acordaron proteger la biodiversidad, los recursos hídricos, los océanos y los mares, restaurar los ecosistemas y los suelos con soluciones ecológicas, además de prevenir y reducir los desechos plásticos.
También abogaron por el uso eficiente y sostenible de los recursos naturales, la promoción de la educación al respecto y el reconocimiento del vínculo entre la biodiversidad y el cambio climático. Además, hicieron hincapié en la necesidad de contar con una fuente de financiación dirigida a la protección y restauración de los ecosistemas.
Los temas contenidos en la declaración conjunta se consideran una continuidad de los esfuerzos de las principales economías globales en el combate contra el cambio climático, entre los cuales destaca la organización exitosa de la Cumbre del Clima virtual bajo el auspicio de Estados Unidos en abril pasado.
Tras la reunión, el ministro de Transformación Ecológica de Italia, Roberto Cingolani, dijo que el comunicado conjunto del G20 es “particularmente ambicioso”, y señaló que “esta es la primera vez que sucede algo así”. Los compromisos están claramente escritos y son vinculantes para los países que generan el 80% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial, y que también representan el 85% de las emisiones globales de carbono.
Este funcionario calificó de “crucial” la aceleración de los planes de acción en todos los niveles y la coordinación entre los miembros del G20, para lograr el objetivo de limitar el calentamiento global de 1,5 a 2 grados centígrados, y asegurar una recuperación económica sostenible y resistente a la alteración del clima en el período post-covid-19.
Quedan muchos retos
A pesar de los esfuerzos por reducir las diferencias, en la reunión de Nápoles los participantes no lograron ponerse de acuerdo en cuanto al objetivo de controlar las temperaturas globales. El mayor desacuerdo existe entre Estados Unidos, Japón y países europeos, por un lado, y China, Rusia e India, por el otro, respecto a la reducción de la explotación del carbón, por lo que este tema no se incluyó en el comunicado.
Los delegados tampoco encontraron una voz común acerca de la reducción de la producción de petróleo y gas en la conferencia, debido a las objeciones de los países exportadores de este combustible.
Poco antes de la reunión, varios informes internacionales independientes comunicaron que el G20 habría aportado más de 3,3 mil millones de dólares para la extracción de combustibles fósiles desde que se firmó el Acuerdo de París en la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP21) en 2015. Casi todos los países miembros del G20 continúan brindando su apoyo financiero a la producción y el consumo de combustibles fósiles, incluidos aquellos con altos niveles de apoyo, del 40% al 50% del compromiso total.
Por su parte, los analistas afirman que aún queda mucho trabajo por hacer y que los países deben realizar más esfuerzos para lograr la meta antes de la COP26 que se celebrará en Escocia en noviembre de este año. Este evento es la fecha límite para que casi 200 países y territorios actualicen sus compromisos climáticos en la COP21.
Por su parte, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, pidió el 26 de julio un mayor liderazgo del G20 en la acción global contra la variación del clima. Según el jefe de la ONU, el mundo necesita un compromiso claro de todos los países del G20 con el objetivo de mantener el aumento de la temperatura de la tierra por debajo de 1,5 grados centígrados para finales de la década.