(VOVworld) - La eurozona se ha convertido en foco de atención mundial con el estancamiento político en Italia tras las últimas elecciones, que aumenta la preocupación sobre la persistente crisis de deudas en la región. Todo va en contra de las esperanzas de una estabilidad política después de los comicios realizados a finales de febrero de 2013 en Italia, y de la recuperación económica en la zona.
Las elecciones de Italia se realizaron antes de lo previsto luego de que el Partido del Pueblo de la Libertad (PDL, centroderecha), liderado por el exprimer ministro Silvio Berlusconi retiró su apoyo al gobierno tecnocrático de Mario Monti a finales de 2012, lo que provocó su renuncia en enero de 2013. Estos comicios eran importantes no sólo para Italia, sino también para Europa, y en concreto para las medidas de austeridad y el proceso de reforma económica promovidos por Monti y respaldados por influyentes dirigentes de otros países como el presidente de Estados Unidos, Barack Obama y la canciller de Alemania, Angela Merkel.
Los italianos no apoyan los recortes aplicados por la administración
del ex primer ministro Mario Monti
El gobierno italiano prevé que la economía nacional siga su tendencia bajista a un ritmo de un 0,2% en este año y crecerá un 1,1% en 2014. El deterioro económico incrementa las tasas de desempleo y pobreza. El número de los parados alcanza un nivel récord del 11,2%, lo que provocó el rechazo de la mayoría de los italianos a las políticas de austeridad. En las elecciones ningún partido logró la mayoría en ambas cámaras legislativas. En la opinión ciudadana, una vez aprobados los planes de austeridad y de reducción de gastos públicos, todos deben soportar una carga de 300 mil millones de euros entre 2010 y 2014, por lo cual el 90% de los electores rechazó la continuidad de Monti al frente del gobierno. En este sentido, cabe la posibilidad de que el parlamento nacional se disuelva en los próximos tiempos. De acuerdo con analistas, en ese momento, todas las políticas se derivarán de los arreglos constantes entre bastidores, lo que erosiona la confianza de los inversores en un mejor futuro en Italia.
La crisis política de Italia contribuye al aumento de los costes de préstamo en otros países de la eurozona, entre ellos España, Portugal y Grecia hacia el nivel permitido para pedir el rescate. En el caso de España en particular tiene lugar cuando acaba de recibir asistencia bancaria de la eurozona. A expertos preocupan que la retirada del primer ministro Monti desvíe a la tercera mayor economía de la eurozona y uno de los fundadores de la misma del camino de reformas, además de agravar la enfermedad de las “deudas públicas” que sufre Europa y perjudique el consenso entre los integrantes de la Unión.
Huelga general de los griegos contra la política de austeridad de la eurozona
El Parlamento italiano debe abrir su nuevo período de sesiones a 20 días de las últimas elecciones según la constitución y entonces, el presidente se reunirá con representantes de distintos partidos para discutir la formación del gobierno. Sin embargo, observadores opinan que el estancamiento económico no terminará aunque se forme un ejecutivo, ya que carece de capacidad para seguir con las reformas con las que se intentaría mejorar la competitividad de la economía italiana.