El área de almacenamiento de suministros médicos del hospital Kamal Adwan fue destruida durante un asedio y registro por parte del ejército israelí el 25 de octubre. (Foto: AFP)

En un informe publicado el 26 de octubre, la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) anunció que casi todos los sistemas médicos y refugios en el norte de Gaza fueron destruidos, lo que genera el riesgo de que esa área ya no tenga civiles palestinos.

El riesgo de exterminio de los civiles palestinos

Al anunciar la situación humanitaria en el norte de la Franja de Gaza, Joyce Msuya, subsecretaria general interina a cargo de asuntos humanitarios y coordinadora de ayuda de emergencia de OCHA, informó que casi todos los hospitales del lugar fueron atacados y el personal médico fue arrestado. Los refugios fueron destruidos y quemados. Según algunas fuentes de la ONU, alrededor de 100 000 civiles palestinos se encuentran actualmente asediados en una pequeña zona, en condiciones en las que no se cubren todas las necesidades más básicas de alimentación y salud.

Gaza sufre escasez de alimentos, muchas personas corren el riesgo de morir de hambre. (Foto: KT)

El 27 de octubre, la Organización Mundial de la Salud (OMS) también confirmó la terrible situación actual en el norte de Gaza cuando dijo que Kamal Adwan, el último hospital que aún funciona en el norte de Gaza, está luchando con la falta de suministros, especialmente después de que las fuerzas israelíes atacaron este centro médico el 25 de octubre. Allí reciben tratamiento unos 600 pacientes, mientras que en ese establecimiento también se alojan numerosos miembros del personal médico y otras personas. El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, subrayó que la incursión de Israel en el último hospital que quedaba en el norte de Gaza ha exacerbado la crisis de personal médico en un contexto en que 200 pacientes necesitan tratamiento urgente y, al mismo tiempo, ha interrumpido la fase final de la campaña de vacunación contra la polio en Gaza.

Este riesgo también fue advertido por el vicesecretario general de la ONU para Oriente Medio, Asia y el Pacífico, Khaled Khiari, el 28 de octubre, durante la sesión del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Oriente Medio.

“El retraso en la fase final de la campaña de vacunación contra la polio en el norte de Gaza pone en riesgo la vida de miles de niños. Las condiciones de vida en ese lugar, especialmente en las zonas de Jabalya, Beit Lahiya y Beit Hanoun, se están volviendo insoportables”, enfatizó.

Según los observadores, lo más grave para el norte de Gaza reside en la intención de Tel Aviv de dividir la zona del resto de la Franja de Gaza, desde donde es posible implementar la estrategia extrema de “blanquear” el norte de Gaza, obligando a los civiles palestinos a abandonar permanentemente el lugar, creando así una nueva área de seguridad para Israel.

Volker Turk, alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, advirtió: “El acceso al norte de Gaza es en la actualidad extremadamente limitado. Casi ninguna ayuda ha llegado a la región en las últimas semanas debido a restricciones ilegales, lo que ha dejado a muchas personas en riesgo de morir de hambre. Las comunicaciones con el mundo exterior también son extremadamente limitadas, la situación se está deteriorando día a día de maneras inimaginables, mientras las políticas y el comportamiento del gobierno israelí amenazan con eliminar a los palestinos de esa zona”.

Crecientes tensiones entre Israel y la ONU

Los esfuerzos de la comunidad internacional para presionar a todas las partes, especialmente al gobierno israelí, para que respondan a la situación humanitaria en el norte de Gaza, se volvieron aún más difíciles cuando el 28 de octubre el Parlamento de dicha nación hebrea votó a favor de aprobar un proyecto de ley que prohibía a la Agencia de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) operar en territorio israelí. Con esta decisión, la UNRWA no podrá enviar representantes, proporcionar servicios ni realizar ninguna actividad, directa o indirectamente, en territorio israelí, lo que significa que a la agencia le será casi imposible llegar a cualquier parte de la Franja de Gaza por carretera, y llevar ayuda al norte de Gaza será cada vez más difícil.

El 28 de octubre, el Parlamento israelí votó a favor de un proyecto de ley que prohibía a la Agencia de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos operar en el territorio israelí. (Foto: Reuter)

Esta decisión de Tel Aviv continúa aumentando las tensiones entre el país y la ONU, ya que Israel declaró anteriormente que consideraba al secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, persona non grata, y prohibía su entrada al territorio nacional, además de crear un gran desafío para los propios aliados del país hebreo.

En respuesta a las nuevas medidas del gobierno israelí, el secretario de Asuntos Exteriores del Reino Unido, David Lammy, afirmó que las acusaciones de Tel Aviv contra el personal de la UNRWA a principios de este año habían sido investigadas a fondo y no tenían ninguna razón para justificar que cortara los lazos con la UNRWA, algo que la parte británica cree que va en contra de los propios intereses de Israel. Mientras tanto, el portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Mathew Miller, enfatizó que Washington ha expresado en repetidas ocasiones su preocupación a Israel por su intención de prohibir a la UNRWA operar en territorio israelí y se opone a cualquier medida para separar el norte de Gaza.

“Nos oponemos firmemente a cualquier intento de cercar, matar de hambre a los civiles y separar el norte de Gaza del resto de la Franja de Gaza. También hemos dejado claro a Israel que queremos que la ayuda humanitaria llegue a los civiles y queremos que los civiles estén protegidos”, afirmó.