El presidente Ho Chi Minh leyó el 2 de septiembre de 1945, la Declaración de Independencia de Vietnam en la plaza de Ba Dinh, en Hanói. (Foto documental: sggp.org.vn )

La Declaración de Independencia proclamada por el presidente Ho Chi Minh en la Plaza de Ba Dinh se grabó profundamente en el corazón de los vietnamitas porque gracias a ella se reafirmaron sus valores humanos y sus deseos de libertad para ser ciudadanos de un país autónomo e independiente.

Valores de la libertad y la independencia

Los testigos aún vivos de la lectura de la Proclamación de la Independencia de Vietnam son ahora muy viejos. Sin embargo, todavía recuerdan claramente ese momento. El coronel Nguyen Trong Ham, ex vicejefe de Estado Mayor de la Zona Militar de la Capital, dijo que en aquel momento sólo las personas que sufrieron la guerra como él y sus compañeros pudieron percibir plenamente el significado para el pueblo vietnamita del Día de la Independencia. El ex militar dijo: “Como una persona que ha vivido bajo tres regímenes, siento que la independencia que disfrutamos tiene un significado majestuoso. Todavía recuerdo que, en ese momento sagrado, todos salieron a las calles y se saludaron. Se vivió en todo el país en un ambiente de solidaridad y unión”. 

Para Nguyen Thanh Quang, presidente de la Asociación de Veteranos de Guerra de la provincia altiplánica de Dak Lak, la Declaración de Independencia fue siempre una gran fuente de aliento para él y sus compañeros para completar sus misiones durante los años feroces de la guerra anti imperialismo estadounidense. “Una vez escuché en la radio un poema del poeta To Huu, en el que se incluían los versos: ‘las montañas y los bosques serán iluminados por electricidad en lugar de por las estrellas, en el campo habrá máquinas para trabajar en lugar de búfalos’. En aquel momento, yo sólo esperaba que mi país se volviera independiente rápidamente y lograra esas cosas. Y ya han pasado 76 años desde la independencia, y nuestro país ha obtenido muchas victorias; la vida del pueblo ahora es muchas veces mejor que antes”.

Los jóvenes, que nacieron en un período de paz, sólo conocen la gesta independentista a través de las historias contadas por abuelos y padres. A través de ellas, este acontecimiento histórico ha quedado grabado en la mente de las nuevas generaciones, enseñándoles la tradición de gratitud hacia quienes sacrificaron sus vidas por la paz, así como les recuerda la responsabilidad de preservar la misma. Y de muchas formas diferentes, los jóvenes vietnamitas han demostrado su patriotismo, desde los trabajos más sencillos y prácticos. Le Van Luong, subsecretario de la Unión de Jóvenes Comunistas Ho Chi Minh en la provincia central de Nghe An, dijo: “En el Día de la Independencia recordamos al Tío Ho y a quienes se sacrificaron para lograr la paz que disfrutamos hoy. La joven generación de Vietnam reconoce su gran responsabilidad y sigue esforzándose por estudiar, practicar y contribuir con un espíritu voluntario y de forma creativa a la construcción del país para que sea cada vez más próspero  y poderoso”.

El coronel Nguyen Trong Ham, ex vicejefe de Estado Mayor de la Zona Militar de la Capital. (Foto: laodong.vn)

El espíritu de la gesta independentista conmovió no sólo a los jóvenes nacionales sino también a los que viven y estudian en el extranjero. Entre ellos Van Anh, una estudiante que vive en Australia, compartió:  “Aunque lejos de casa, cuando llega el Día Nacional, recuerdo siempre a mi país, al presidente Ho Chi Minh y a los héroes y mártires que se sacrificaron para lograr la independencia de la nación. Nuestra generación desea estudiar y acumular nuevos conocimientos para poder convertir a Vietnam en un país desarrollado como lo deseaba el presidente Ho Chi Minh”.

Con el valor de la libertad, conseguida con sangre, el Día de la Independencia ha sido siempre un orgullo para las sucesivas generaciones de vietnamitas. Este año, el país indochino entra en una nueva batalla, una contra la pandemia del covid-19. Este sigue siendo otro desafío para los vietnamitas, que los obliga a fortalecer la solidaridad y apoyarse mutuamente para lograr otra victoria.