Desescalada en la guerra comercial entre Estados Unidos y China

Quang Dũng
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(VOVWORLD) - Estados Unidos y China anunciaron el 12 de mayo un acuerdo para reducir los aranceles recíprocos por un período de 90 días. Esta es una señal de desescalada en la guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo, la cual genera la esperanza en un final de la incertidumbre comercial global.
Desescalada en la guerra comercial entre Estados Unidos y China  - ảnh 1Foto de ilustración: VTV

El acuerdo arancelario parcial entre Estados Unidos y China se alcanzó tras dos días de intensas negociaciones en Ginebra (Suiza). La delegación estadounidense estuvo compuesta por el secretario del Tesoro, Scott Bessent, y el representante comercial, Jamieson Greer, y la parte china fue representada por el viceprimer ministro He Lifeng, y el representante comercial internacional Li Chenggang.

Un importante entendimiento

Según el comunicado conjunto emitido tras las conversaciones, Washington reducirá del 145 % a un 30 % sus aranceles a bienes chinos, mientras que Beijing bajará del 125 % a un 10 % los gravámenes a productos estadounidenses. Las dos partes se comprometieron a cumplir plenamente este acuerdo antes del 14 de mayo y durante 90 días.   

El alcance de este pacto entre las dos economías más grandes del mundo en su primera ronda de conversaciones de alto nivel sorprendió al mundo, dadas las posturas duras que habían adoptado previamente.

Sin embargo, funcionarios estadounidenses estimaron que más allá de los acuerdos específicos, el mayor consenso al que llegaron las dos partes fue que ni Estados Unidos ni China querían separarse económicamente. El representante comercial de Estados Unidos, Jamieson Greer, opinó: “El hecho de que hayamos podido iniciar y completar rápidamente estas conversaciones es un testimonio del entendimiento y el respeto mutuos entre Estados Unidos y China”.

Este consenso se refleja en la Declaración Conjunta, en la que ambos países reconocieron la importancia de las conexiones económicas y comerciales bilaterales para el desarrollo de cada país y la economía global, enfatizando en la necesidad de construir una relación económica y comercial sostenible, de largo plazo y mutuamente beneficiosa.

Además, China y Estados Unidos acordaron establecer un mecanismo para continuar las conversaciones sobre las relaciones económicas y comerciales bilaterales.

El acuerdo fue bien recibido por la mayoría de las principales economías del mundo. El Comisario para Economía de la Unión Europea (UE), Valdis Dombrovkis, comentó que el entendimiento logrado también es beneficioso para la propia UE.

“Aliviar las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China es sin duda una dirección correcta. Esta desescalada también aplaca en cierta medida nuestras preocupaciones sobre una posible desviación del comercio hacia otros mercados, incluido el estadounidense”, manifestó Dombrovkis.

¿Cuál será la perspectiva después de los 90 días iniciales?

El impacto inmediato en los mercados internacionales ha sido notorio. Tras conocerse la noticia, el índice S&P 500 de Wall Street (Estados Unidos) subió un 3,3% el 12 de mayo. Mientras tanto, ese mismo día el banco JP Morgan también pronosticó un crecimiento de 4,8% del Producto Interno Bruto de China en el presente año, nivel más alto que las proyecciones previas de 4,1%.

Economistas estimaron que el acuerdo ha restablecido en parte la confianza de los inversores, pero las perspectivas a largo plazo siguen siendo inciertas. Según el comisario europeo de Economía, Valdis Dombrovkis, el arancel de un 30 % que Estados Unidos aplica a los bienes chinos durante 90 días sigue siendo elevado y puede crear desvíos comerciales.

A su vez, Marcus Noland, vicepresidente ejecutivo y director de investigación del Instituto Peterson de Economía Internacional (Estados Unidos), dijo que es probable que el período de 90 días se extienda, porque tanto Washington como Beijing necesitan más tiempo para negociar sobre muchos otros temas, incluidos los relacionados con el fentanilo.

Sin embargo, los riesgos de una nueva escalada de las tensiones comerciales aún no han desaparecido por completo.

“Ahora el presidente Donald Trump está hablando de imponer tarifas a una serie de otros artículos, especialmente productos farmacéuticos, que Estados Unidos importa principalmente de China y la India. Por lo tanto, los aranceles podrían aumentar nuevamente y las relaciones con China volverán a ser difíciles”, dijo Noland.

Por su parte, el economista Justin Wolfers, de la Universidad de Michigan, opinó que además de los productos farmacéuticos, el gobierno estadounidense mantiene el impuesto de un 25 % a los automóviles, al acero y al aluminio.

Estos gravámenes, más el arancel base de un 10 % que Trump ha insistido en mantener con todos los socios, incluido el Reino Unido, con el que acabó de llegar a un acuerdo comercial, significan que muchos bienes importados a Estados Unidos, no sólo los procedentes de China, seguirán sometidos a aranceles de un 30 %, y estos significan un gran costo tanto para las empresas como para los consumidores estadounidenses. Esta situación podría hacer que las empresas sigan evitando contratar y ampliar sus inversiones.

Por lo tanto, lo más importante es cómo Estados Unidos y China resolverán su relación económica y comercial de largo plazo después del período de 90 días.

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