El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, en la Reunión de Alto Nivel del 55.º período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. (Foto: AP)

En busca de justicia para África

Después de 45 años de ser considerada por la comunidad internacional como una de las principales prioridades de acción, la lucha contra el racismo a nivel mundial ha logrado grandes avances. Las leyes racistas han sido abolidas en la mayoría de los países, y la comunidad internacional también ha promulgado importantes marcos legales, como la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial y especialmente la Declaración y Programa de Acción de Durban 2001. En diciembre de 2013, la Asamblea General de la ONU también aprobó el “Decenio Internacional para los Afrodescendientes”, que entró en vigor el 1 de enero de 2015 y expirará el 31 de diciembre de este año. Para revisar los logros durante la última década, el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial de este año tiene como tema "Una década de reconocimiento, justicia y desarrollo: la implementación del programa Decenio Internacional para los Descendientes de Africanos”.

Según datos de la ONU, alrededor de 200 millones de afrodescendientes viven en Estados Unidos y otros cientos de millones residen en muchos otros países fuera de África, como Reino Unido, Francia, Brasil y países insulares del Caribe. Estos son los principales sujetos sometidos al racismo en el mundo, y también son los que sufren consecuencias de esclavitud y colonialismo. En su informe de derechos humanos en agosto pasado, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU dijo que la discriminación racial contra los afrodescendientes sigue aumentando en todo el orbe. La portavoz del referido Consejo, Ravina Shamdasani, expresó: “Nuestro informe muestra que el racismo sistémico continúa dañando la vida de los afrodescendientes. Continúan registrándose muchas muertes de personas afrodescendientes durante y después de encuentros con agentes del orden, mientras aún es limitado el castigo para estos casos a pesar de los esfuerzos por exigir la justicia de las familias de las víctimas”.

Según Epsy Campbell Barr, presidenta del Foro Permanente sobre los Afrodescendientes, una de las prioridades que deben implementarse de inmediato es abolir el legado de esclavos y el período colonial. Las cifras de la ONU muestran que entre 25 y 30 millones de africanos fueron traficados como esclavos y obligados a abandonar África entre mediados del siglo XVI y mediados del XIX. Estas personas fueron tratadas terriblemente y privadas de todos los derechos políticos, económicos y sociales. Sus descendientes también sufrieron una discriminación sistemática durante muchas generaciones. La ONU considera esto un crimen de lesa humanidad y enfatiza la necesidad de aplicar justicia reparativa. Por ello, en los últimos años, 15 países pertenecientes a la Comunidad de Naciones del Caribe (CARICOM) han desplegado acciones legales para obligar a 10 países europeos a pagar compensaciones materiales y espirituales a los afrodescendientes.

Antirracismo en la era de la tecnología

Además de pedir más esfuerzos para recuperar la justicia y garantizar un trato justo a la comunidad africana, la ONU y sus dependencias advirtieron sobre la aparición de nuevas formas de violencia y racismo en muchas comunidades sociales y la pérdida de control sobre la difusión de ideologías racistas en las plataformas tecnológicas.

Según el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, una tendencia muy peligrosa ahora es el uso de retórica xenófoba y racista por parte de algunos políticos populistas y de extrema derecha en muchos países. Dijo lo siguiente: “La xenofobia, los prejuicios y los discursos de odio van en aumento. Los políticos o personas influyentes explotan el racismo en las plataformas de redes sociales para su propio beneficio”.

El titular de la ONU advirtió que pese al aumento de la concienciación contra el racismo, en muchos países actualmente se observa la tendencia opuesta con un mayor número de políticas y prácticas discriminatorias. Son cada vez mayores los riesgos de información falsa relacionada con temas raciales a medida que la tecnología de inteligencia artificial (IA) se aplica ampliamente, lo que provoca que el racismo se generalice en el espacio digital, dijo Antonio Guterres. Llamó por primera vez a las corporaciones tecnológicas a unirse para controlar la IA, eliminando así todas informaciones y prejuicios, que conducen al racismo en el mundo.