(VOVworld) - Las tensiones que aumentan día tras día en torno a la cuestión nuclear de Irán preocupan mucho a la comunidad internacional, ya que cualquier incidente, por más pequeño que sea, puede prender la llama y activar la eventual “tercera guerra mundial”. Actualmente, no se vislumbra ninguna señal esperanzadora de solución de este estancado contencioso. 

Los hechos sucedidos en las últimas semanas tensan la situación relativa al controvertido programa nuclear de Irán. Mientras la administración de Israel persiste en su intención de bombardear instalaciones nucleares iraníes, EEUU y sus aliados practican del 16 al 27 de septiembre una giganstesca operación de desminado en el Golfo Pérsico, en los llamados “Ejercicios Internacionales de Contramedidas contra Minas” (INXMEC12, por sus siglas en inglés). Estas maniobras, que cuentan con la participación de 12 buques de guerra de cerca de 30 países, son las mayores de este tipo que se llevan a cabo en el Oriente Próximo. Aunque sus organizadores las presentan como meramente defensivas, analistas ven en ellas un claro mensaje  a Irán, para impedir cualquier acción de esta república islámica. En el ámbito diplomático y económico, potencias occidentales recrudecen las sanciones contra Teherán con nuevas medidas. Concretamente, el 23 de septiembre, los ministros de relaciones exteriores de Reino Unido, Alemania y Francia propusieron a la representante de alto nivel de la Unión Europea para la política exterior y seguridad, Catherine Ashton, la imposición de acciones más duras conra Irán. Las medidas están en elaboración, pero los cancilleres de la Unión Europea concordaron en debatir sobre ellas en su próximo encuentro en Bruselas, Bélgica, el 15 de octubre. Hace pocos días, en una reunión ministerial del bloque, esos 3 países también llamaron a otros integrantes a  que apliquen nuevos castigos contra Irán, después que las negociaciones entre Teherán y el Grupo P5+1 (compuesto por 5 países miembros permanente del Consejo de Seguridad de la ONU y Alemania) sobre el polémico programa nuclear de la nación persa terminaran sin ningún resultado importante.

En un nuevo acto agresivo, el pasado 22 de septiembre en el aspecto diplomático,  Estados Unidos negó el otorgamiento de visados a 20 funcionarios iraníes, incluidos dos ministros, que se proponían asistir a las sesiones de la Asamblea General de la ONU, esta semana en su sede en Nueva York. En su condición de anfitrión, EEUU mantiene una política calificada de “incomprensible” respecto a facilidades de visado a reprsentantes de algunos países, pero el Departamento de Estado de EEUU no ha comentado nada al respecto. Se estima que tal actitud se relaciona principalmente con la crisis nuclear en Irán. Antes el Congreso norteamericano aprobó duras sanciones contra Irán dirigidas a limitar sus exportaciones petrolíferas y su desarrollo económico, ratificadas después por el presidente Barack Obama. El 22 de este mes, con 90 de votos a favor y uno en contra, el Senado norteamericano refrendó la resolución sobre Irán, ratificando que EEUU hará todo lo posible para frenar el presunto plan de desarrollo de armas nucleares de Teherán.

En tanto, Irán mueve sus pasos con flexibilidad. En una entrevista concedida al períodico “The Washington Post” el 24 pasado, el presidente iraní, Mammoud Admadineijad, afirmó que Teherán está dispuesto a presentar una propuesta de acuerdo de reducción del almacenamiento de  uranio enriquecido, al tiempo que expresó dudas de la supuesta “buena voluntad” de Occidente. El jefe de estado del país persa subrayó que el programa nuclear de Irán no representa una preocupación para Occidente, sino que sólo es un pretexto para sabotear su gobierno. En el foro de la ONU, efectuado el mismo día, Ahmadinejad criticó que las potencias occidentales abusan del derecho al veto en las Naciones Unidas en los debates relativos a la cuestión nuclear de Irán, además de autorizar acciones difamatorias al Islam. En respuesta a las acciones de Occidente, Teherán también muestra su poderío militar. Este lunes presentó  el carro blindado superligero Hoveyzah y el convoy blindado Talaeiyeh, diseñados y fabricados por la industria de defensa nacional. Se divulgó que estos medios de guerra están  equipados con numerosos tipos de armas y son capaces de realizar operaciones nocturnas, además de que facilitan el mantenimiento y el desplazamiento en aviones o helicópteros. Un día antes, en declaraciones en el canal televisivo al- Alam, el general Amir Ali Hajizadeh, del Cuerpo de las Guardias Revolucionarias de Irán anunció que su país puede infligir el “golpe inicial” contra Israel si Tel Aviv intenta atacar. Teherán desveló además que sus fuerzas aéreas se están preparando para una maniobra militar a gran escala en el sur del país a finales de este año, según el calendario nacional (o sea, en marzo de 2013). En la capital, el pasado 21 de este mes, las fuerzas armadas iraníes efectuaron un gran desfile militar para mostrar al mundo armas de gran calibre, en el marco de la “Semana de Defensa nacional”…

Así, el estancamiento del contencioso del programa nuclear de Irán permanece sin mucha expectativa de resolverse. Aunque Rusia y China han criticado en diferentes ocasiones las sanciones de Occidente contra Teherán, para los países occidentales, la administración de Ahmadineijad representa desde hace tiempo una espina que debe arrancarse. La intervención de Moscú y Beijing no parece que pueda revertir la situación. El riesgo de una inminente guerra es realmente preocupante y entonces, la sartén de fuego del Oriente Medio se pondrá más ardiente aún.