(VOVworld) – Mientras aún no se han aplacado las tensiones en Ucrania, las duras declaraciones cruzadas entre Rusia en un lado y la Unión Europea y Estados Unidos en el otro por la movilización milital en la península autónoma ucraniana de Crimea corrobora el peor enfrentamiento entre las partes. Los sucesos precipitados en los últimos tiempos agudizan aún más las relaciones, de por sí sensibles, entre Rusia y Occidente, desde el término de la Guerra Fría.
Consecutivas reuniones extraordinarias del Consejo de Seguridad de la ONU, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y la Unión Europea (UE) se llevaron a cabo en los últimos días, al igual que largas conversaciones telefónicas entre estadistas de potencias occidentales y el presidente ruso, Vladimir Putin. Ucrania ha sido el tema central de esos encuentros y diálogos, en los cuales se manifestaron advertencias, incluso amenazas hacia Moscú.
Las tensiones siguen en Ucrania después de la caída del gobierno
del presidente Vyctor Yanukovych
Occidente anuncia sanciones contra Rusia
La alta representante de la Unión Europea sobre seguridad y política externa, Catherine Ashton, informó recientemente de la eventual aplicación de sanciones que incluirían negación de visados de la Unión Europea. El ministro alemán de Exteriores, Frank Walter Steinmeier, declaró que Rusia sufrirá consecuencias en las relaciones con Europa aludiendo a las negociaciones sobre una ampliación en el otorgamiento del visado a ciudadanos rusos y el Acuerdo de Asociación y Cooperación entre Moscú y los 28, y hasta el posible bloqueo de bienes de autoridades rusas.
Entre tanto, en una conversación telefónica de 90 minutos con Putin, el presidente estadounidense, Barack Obama dijo que el rechazo por Moscú a la propuesta de retirar sus fuerzas armadas a su base militar en la región ucraniana de Crimea “tendrá impactos negativos para el prestigio ruso en la arena internacional” y que seguramente conducirá a Rusia a un mayor aislamiento político y económico. Washington también anunció la cancelación de las negociaciones de comercio e inversión con Moscú. Por su parte, el Pentágono informó de la suspensión de todos los acuerdos de cooperación con el Ministerio de Defensa ruso, incluidos los ejercicios conjuntos y visitas mutuas de las dos Armadas.
Autoridades de Crimea piden la ayuda militar de Rusia para proteger
a sus ciudadanos ante la amenaza de ultranacionalistas ucranianas
En cuanto al comercio, Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña y Francia anunciaron que suspenderían su participación en las reuniones preparatorias de la Conferencia cumbre del Grupo de los 8 países más desarrollados del mundo (G8), prevista a celebrarse en junio próximo en la ciudad rusa de Sochi.
Mientras tanto, el secretario general de la OTAN, Fogh Rasmussen, estimó que los hechos en el interior y fuera de Ucrania representan una amenaza para los países de la coalición fronterizos con Ucrania, así como para la seguridad y la estabilidad en la región.
Respuestas rigurosas de Moscú
En este tirante escenario, el presidente ruso Vladimir Putin persistió en que la incursión militar en Crimea solo sirve para garantizar la seguridad de los ciudadanos rusos en esa península ante las amenazas de los elementros extremistas en Ucrania. Consideró apropiada la actuación de Rusia hasta ahora ante la situación en el vecino país, en pos de su estabilización por medios pacíficos.
Rusia también contrarrestó las críticas de la OTAN al respecto, destacando que tal actitud no ayudará a lograr esa meta, sino que aumentará la tensión. El canciller Serguei Lavrov condenó categóricamente las amenazas de sancionar o boicotear de Occidente.
Una marcha en apoyo a Rusia en la península autónoma de Crimea
Diálogo: factor importante
Aunque hicieron muchas advertencias a Rusia pero en realidad, numerosos países occidentales se muestran escepticos a su eficacia. El presidente de la Subcomisión para Europa de la Comisión de Relaciones Exteriores de Estados Unidos, senador Chris Murphy estimó que la posible aplicación por parte de Washington de los castigos unilaterales contra Moscú no surtirán muchos efectos sin una debida coordinación con Europa. El ex secretario de Estado de Estados Unidos, Robert Gates, recomendó al presidente Barack Obama un cauteloso estudio de todas las reacciones ante Rusia. Según su opinión, Obama encarará dificultades si los aliados europeos del país norteamericano no actuarán con la misma fuerza de sus declaraciones. El senador John McCain dijo que la amenaza de boicotear la próxima Cumbre del G8 carece de la fuerza disuasoria, catalogándola como una burla. Alemania también manifestó su repudio a la propuesta de dejar a Rusia fuera del G8 y llamó a los países miembros a una prudente compostura.
Por otro lado, es poco viable el castigo de Estados Unidos a los bancos rusos y el bloqueo de propiedades rusas, tal como había hecho contra Irán, por que en ese caso, puede que la Unión Europea sea el primero en rechazar la medida por sus relaciones económicas estrechas con Rusia. Washington tampoco puede omitir el papel trascendental de Rusia en la solución de la crisis en Siria, o la cuestión nuclear de Irán, entre otros temas de la actualidad mundial.
Según observadores internacionales, la crisis en Crimea seguramente será el motivo de la mayor discrepancia en las relaciones entre Rusia y Occidente desde los tiempos de la Guerra Fría. Sin embargo, la solución de la misma debe basarse en el diálogo abierto y franco, en lugar de castigos y amenazas.