Electores alemanes practican su derecho a voto este 24 de septiembre (Foto: Reuters)
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Alemania es el país con mayor población y la economía más grande de la UE y por eso, sus políticas influyen en buena medida al desarrollo del bloque. Así, el cuarto mandato de la canciller Angela Merkel, quien siempre respalda la unión de los Estados miembros de la agrupación regional, garantiza una conexión económica y política sostenible dentro del grupo europeo.
El papel cada vez más importante de Alemania en la UE
Durante las últimas dos décadas, Alemania ha conseguido un papel cada vez más importante en la UE. Su enorme fuerza económica y militar, sus cautelosas políticas exteriores y su alta responsabilidad le han ayudado a ganar la confianza de otros países del bloque.
Políticamente, su mecanismo de alianza con Francia ha contribuido a promover la cooperación en el Viejo Continente.
Económicamente, esta nación desempeña un rol clave para que la agrupación europea encuentre las soluciones para superar la crisis financiera. Mientras, en cuanto a los temas de seguridad y diplomacia, la canciller Merkel contribuye a la mejor gestión de la crisis migratoria, un gran desafío de los últimos tiempos en la región.
De acuerdo con la evaluación anual del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, Alemania ha sido líder entre los países con mayor influencia en las políticas exteriores del bloque durante dos años consecutivos 2015 y 2016, y también es el que cuenta con más acceso a los problemas continentales.
La canciller germana, Angela Merkel (Foto: AFP/VNA)
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Victoria de Merkel: factor que asegura la estabilidad de la UE
Con su respaldo a la inmigración y a la conexión interna de Europa, la victoria de Merkel es un factor positivo para el grupo comunitario.
Alemania, junto con Francia, despliega todos sus esfuerzos para consolidar y renovar la UE, con el fin de superar el riesgo de disolución, la crisis económica-monetaria, la salida del Reino Unido (Brexit), la crisis de deuda pública de Grecia, el problema con el libre comercio y los obstáculos en sus vínculos con Estados Unidos.
A principios del presente año, la canciller germana y el presidente francés, Emmanuel Macron, acordaron los principios para la formación de un parlamento de la eurozona, la utilización de un presupuesto común, el impulso de las inversiones públicas en la región y el estrechamiento de la colaboración en las reformas. También, aprobaron la idea de establecer un Fondo Monetario Europeo, con el fin de ayudar a los países de la Unión a superar las crisis financieras sin depender del Fondo Monetario Internacional en Washington.
Mencionando las tendencias actuales nacionalistas y populistas, Merkel destacó que Europa debe evitar ese camino y así, hacerse más fuerte y segura. Afirmó que la etapa en la cual la UE podía confiar en otros países ha pasado y que ahora las naciones del Viejo Continente tienen que hacerse cargo de su propia defensa. Esta idea se refleja en el Libro Blanco de Defensa de Alemania, en el cual se reitera la determinación de convertir este país en un pilar central en Europa.
Sobre estas bases, muchos observadores opinan que la UE se transformará gradualmente en una alianza independiente de otras potencias mundiales y que será liderada por Alemania y Francia.
Quedan problemas sin resolver después de las elecciones en Alemania
Objetivamente, el resultado de las recientes votaciones generales de Alemania tiene impactos positivos. Sin embargo, quedan algunos problemas sin resolver como la dificultad en la formación de un gobierno de coalición. El Partido Socialdemócrata anunció que no participará en la alianza CDU-CSU. Por esta razón, la canciller Merkel dijo que dialogará con los Partidos Democrático Libre y Verde. No obstante, estas dos facciones tienen desacuerdos con la alianza CDU-CSU en cuanto a las políticas económicas y de renovación de la UE. Especialmente, el Partido Democrático Libre manifestó abiertamente su oposición hacia las propuestas de reforma del bloque comunitario presentadas por el presidente Emmanuel Macron, que recibieron el apoyo de Merkel. También, la canciller encuentra duras oposiciones contra temas de presupuesto común y la crisis migratoria, lo cual va a dificultar las ambiciones de Merkel y Macron de renovar la Unión Europea.
A pesar de todo esto, se espera que Alemania siga siendo un eje y un enlace importante en la UE que contribuya a consolidar la solidaridad económica y política del grupo europeo.