China y Australia intentan relanzar sus relaciones

Quang Dũng
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(VOVWORLD) - El primer ministro australiano, Anthony Albanese, realizó una visita a China del 4 al 7 de noviembre con el objetivo de relanzar las relaciones bilaterales, después de tres años de profundo conflicto entre los dos países en una variedad de temas, desde el comercio y la inversión hasta la seguridad y la política. Esta es la primera visita de un jefe de Gobierno australiano al gigante asiático en los últimos 7 años, lo que indica que los dos países ponen fin oficialmente a un período de serio desacuerdo y avanzan hacia un futuro más estable.

Después de arribar a China el 4 de noviembre, Anthony Albanese asistió a la Feria Internacional de Importaciones en Shanghái, y habló en el Foro Económico Internacional de Hongqiao antes de mantener reuniones bilaterales con los líderes chinos de alto rango.

China y Australia intentan relanzar sus relaciones - ảnh 1El primer ministro australiano, Anthony Albanese, habla en la inauguración de la Feria Internacional de Importaciones en Shanghái, el 5 de noviembre. (Foto: Xinhua/AP)

Tensiones político-comerciales

China ha sido el mayor socio comercial de Australia durante más de una década. Hasta junio de este año, el valor del comercio bidireccional alcanzó más de 303 mil millones de dólares, lo que representa un tercio del volumen total de negocios de Australia. Beijing es el mayor mercado receptor de productos australianos, representando alrededor de un tercio del valor total de las exportaciones de mercancías del país oceánico con un número equivalente al total de sus otros tres principales socios.

En particular, durante las últimas dos décadas, las exportaciones australianas al gigante asiático han alcanzado un crecimiento anual superior al 17%. En 2021, Australia tiene un superávit comercial récord de casi 100 mil millones de dólares con China.

El país oceánico fue el decimotercer mercado de exportación más grande de China el año pasado y es fuente para Beijing de muchos productos importantes, como mineral de hierro, carbón y litio.

Sin embargo, los vínculos entre los dos países se volvieron tensos a principios de 2020, cuando el gobierno australiano del ex premier Scott Morrisson pidió una investigación internacional sobre el origen de la pandemia de covid-19. Siguieron una serie de controversias, como la prohibición por Australia de la corporación china Huawei, la cancelación de su participación en la iniciativa china “La Franja y la Ruta” (BRI) y otras cuestiones de inversión y seguridad regional que hicieron a las relaciones caer en picada.

Luego, China impuso una serie de restricciones comerciales a las exportaciones australianas, como el carbón, los cereales, el vino y la madera, al tiempo que emitió una alerta de viaje a Australia y suspendió todos los intercambios comerciales bilaterales a partir de mediados de 2021.

Según estimaciones del gobierno australiano, las tensiones comerciales con China los últimos dos años le han costado al país oceánico unos 20 mil millones de dólares al año. Por la parte china, aunque no hay estadísticas específicas sobre las pérdidas comerciales al restringir la importación de algunos productos australianos, varios expertos dijeron que la nación asiática también sufrió grandes daños económicos debido al aumento de las tensiones, especialmente, porque Canberra es una fuente extremadamente importante de insumos para para la industria procesadora de acero o la producción de baterías para coches eléctricos, campos que juegan un papel importante en la recuperación económica de China tras la pandemia.

Estabilizar las relaciones bilaterales

De hecho, los líderes de ambas naciones son conscientes de la necesidad de mejorar rápidamente las relaciones bilaterales. En Australia, desde que llegó al poder en mayo del año pasado, el primer ministro Anthony Albanese ha perseguido una política de diálogo activo con Beijing, basada en los siguientes principios: cooperación en ciertos casos, diálogo constructivo pero directo y sin rehuir de las diferencias.

Por su parte, el gigante asiático también reanudó proactivamente los contactos con Canberra en foros multilaterales, lo que ha contribuido a retomar gradualmente las relaciones entre los dos países desde finales del año pasado. A principios de 2023, Beijing eliminó las restricciones (no oficiales) relacionadas con algunas exportaciones australianas, como el carbón y la cebada, y a finales de octubre, ambas partes suspendieron oficialmente sus disputas en la Organización Mundial del Comercio (OMC) sobre la imposición de un arancel por parte de China de hasta un 218% al vino australiano. Recientemente, el gobierno australiano opinó que “no es necesario” cancelar el arrendamiento de la empresa china sobre el puerto de Darwin.

Luego de esas medidas positivas, esta visita a China de Anthony Albanese marcó el cierre oficial de un período de tensión en las relaciones binacionales durante los últimos tres años. El premier australiano enfatizó: “Queremos mejorar las relaciones con China a través de un enfoque paciente, calibrado, deliberado y constructivo. Creo que la manera de mejorar las relaciones con los países es tener diálogos respetuosos con cada socio”.

Según muchos expertos, mejorar las relaciones con Australia también redunda en interés de China, no sólo porque Australia es un importante socio comercial, sino también porque esto ayudará a Beijing a aliviar las tensiones con Occidente en general y mantener cierta estabilidad en Asia-Pacífico, región preocupada por los efectos adversos de la competencia geopolítica entre grandes potencias. Esta postura quedó claramente expresada en el discurso del presidente chino Xi Jinping durante las conversaciones sostenidas el 7 de noviembre con el primer ministro Anthony Albanese.

“Hemos acordado que nuestros dos países necesitan interactuar y comunicarse de manera constructiva. Una relación saludable y estable entre China y Australia sirve a los intereses comunes de nuestros países y también a las expectativas generales de los países de la región. Por lo tanto, es importante seguir avanzando con la alianza integral estratégica entre las dos naciones”.

Según los observadores, en el contexto actual de cambios mundiales impredecibles, dejar de lado los desacuerdos y estabilizar las relaciones bilaterales es una gran prioridad tanto para China como para Australia porque ambos países persiguen sus mayores objetivos estratégicos a largo plazo.

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