Los jefes de Estado de Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania e Italia emitieron el 12 de agosto una declaración conjunta sobre la situación en Oriente Medio, en la que pidieron a Irán que retirara sus amenazas de un ataque militar contra Israel y, al mismo tiempo, afirmaron su apoyo a la protección de Israel contra ataques externos. Estos se consideran los últimos esfuerzos diplomáticos para evitar el estallido del conflicto.
Una escuela destruida tras un ataque aéreo israelí en la Franja de Gaza el 3 de agosto de 2024. (Foto: Xinhua/VNA)
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Amenaza de un inminente conflicto a gran escala
Además de la declaración de los líderes de cinco países occidentales, el mismo día, el primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, mantuvo una conversación telefónica con el presidente iraní, Masoud Pezeshkian, para discutir la situación en Oriente Medio. Según la Oficina del Primer Ministro británico, Starmer transmitió al Presidente iraní un mensaje de Occidente sobre la necesidad de enfriar las tensiones y advirtió sobre las graves consecuencias para la seguridad de Oriente Medio si estallara un conflicto a gran escala con Israel.
Previamente, en una medida inusual, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, anunció que Washington había enviado submarinos con misiles de crucero Tomahawk a Oriente Medio y, al mismo tiempo, aceleró el despliegue de barcos en el aeropuerto y la llegada de aviones de combate en la zona. Esto también se considera una advertencia disuasoria de Washington a las fuerzas que intentan atacar a Israel.
Según los observadores, los rápidos movimientos diplomáticos y militares de numerosos países en los últimos días muestran que una confrontación general en la región es inminente y que a las partes no les queda mucho tiempo para desactivar el “detonador” de la guerra. A principios de esta semana medios occidentales también citaron a muchas fuentes diplomáticas de Occidente e Israel diciendo que el liderazgo de Irán parece haber decidido tomar represalias contra Tel Aviv después del asesinato del líder político del Movimiento Islámico Hamás, Ismail Haniyeh, en la capital iraní el pasado 31 de julio, y el de un líder de la fuerza de Hezbolá en el Líbano un día antes, del que Israel asumió oficialmente la responsabilidad.
En declaraciones a la prensa, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kirby, aseguró que Washington coincide con Tel Aviv en que un ataque de Irán puede ocurrir esta misma semana y que ambos han preparado escenarios de respuesta.
“Compartimos las mismas preocupaciones y expectativas que tienen nuestros homólogos israelíes con respecto al posible momento, que podría ser esta semana. Estamos siguiendo la situación muy de cerca. Sin embargo, es difícil afirmar o determinar en este momento cómo podría ser los ataques de Irán y sus aliados”, dijo Kirby.
Los observadores evalúan que los esfuerzos diplomáticos para prevenir los ataques de represalia por parte de Irán y sus fuerzas aliadas parecen haber fracasado y el objetivo principal actual de todas las partes en pugna es minimizar la escala de los supuestos ataques contra Israel, así como frenar sus posteriores acciones de represalia para evitar empujar a Oriente Medio a un conflicto generalizado. Ismat Mansour, experto en Israel del Instituto de Estudios Palestinos, comentó: “El objetivo principal de la comunidad internacional ahora es evitar que la situación empeore y se traduzca en un conflicto a gran escala. El mayor peligro es que las represalias mutuas puedan llevar a una guerra regional, causando implicaciones globales y amenazando la estabilidad de toda la región”.
Negociaciones estancadas
Junto con los esfuerzos diplomáticos para persuadir a Teherán y Tel Aviv de que limiten los ataques de represalia entre sí, la comunidad internacional también se empeña en lograr un acuerdo de alto el fuego inmediato en la Franja de Gaza, considerándolo una base importante para encontrar soluciones políticas a largo plazo para Gaza y la región.
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kirby. (Foto: AP)
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Según el plan, diplomáticos de Estados Unidos, Egipto, Qatar y representantes de Hamás, se reunirán el 15 de agosto en El Cairo, la capital egipcia, para seguir negociando un alto el fuego y el intercambio de rehenes.
A pesar de las tensiones actuales, la parte estadounidense dijo que todavía planeaba esta reunión y llamó a participar a representantes del movimiento Hamás.
Sin embargo, Saad Nimr, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Birzeit en Cisjordania (Palestina), afirmó que en los últimos días el ejército israelí ha estado incrementando sus ataques en la Franja de Gaza, el sur del Líbano y Siria, incluido un bombardeo contra una escuela en Gaza que cobró la vida de unas 100 personas.
Según Nimr, los ataques israelíes hacen que los trabajos diplomáticos para enfriar las tensiones actuales o establecer un alto el fuego en Gaza sean cada vez más difíciles.
“Los esfuerzos diplomáticos actuales se centran en persuadir a Irán para que reduzca significativamente sus ataques contra Israel, a cambio de un acuerdo de alto el fuego por parte del país hebreo en la Franja de Gaza. Sin embargo, los recientes ataques de Israel con graves daños muestran que no hay ningún cambio en comparación con antes”.
En respuesta a los movimientos militares de Israel, el 11 de agosto, Hamás emitió una declaración diciendo que no participará en la nueva ronda de negociaciones, afirmando que estos diálogos son sólo una “cortina de humo”.
Además, Hamás solicitó discutir únicamente sobre el plan de tres fases propuesto por el presidente estadounidense Joe Biden el 31 de mayo, y no abordar cuestiones nuevas. Mientras tanto, Farhan Haq, portavoz adjunto del Secretario General de la ONU, dijo que la organización multilateral condena el ataque a una escuela en Gaza el 10 de agosto y pidió a todas las partes que implementen inmediatamente la Resolución del Consejo de Seguridad de la ONU fechada el 10 de junio, con el foco puesto en la liberación de rehenes y el cese del fuego inmediato en la Franja de Gaza.