La pagoda de Vinh Trang (Foto: VOV) |
Según cuenta la leyenda, en el pasado, Vinh Trang era un pequeño templo budista, construido a principios del siglo XIX por el dirigente de la localidad, Bui Cong Dat. En 1849, el monje superior Thich Hue Dang lo amplió y lo bautizó con el nombre que tiene hoy en día. Más tarde, en 1907 su sucesor, Quang An-Chanh Hau, lo reconstruyó tras haber resultado dañado gravemente por una tormenta en 1904, con donaciones de los seguidores locales. Se añadieron decoraciones y estatuas de budas en la pagoda esculpidas por el artesano Tai Cong Nguyen. A lo largo del tiempo, estos adornos han sido modificados y se han añadido más por otros artistas vietnamitas. El bonzo superior Thich Hue Minh, jefe del Comité Administrativo de la Orden Budista de Tien Giang y encargado de la pagoda de Vinh Trang, dio a conocer: “La organización de récords Guinness reconoció a Vinh Trang como uno de los 100 lugares religiosos más impresionantes de Vietnam. Mientras, el Gobierno le ha otorgado el título de Patrimonio Nacional. Es el lugar turístico imprescindible para los visitantes a Tien Giang. Hay mucha afluencia los fines de semana.”
La belleza de este centro religioso se evidencia primeramente en su portón principal, que fue edificado en 1933 por artesanos de la provincia central de Hue. Sus paredes están decoradas con piezas de cerámica multicolores que reproducen mitos budistas y animales legendarios como un dragón, un unicornio,una tortuga y un fénix. Mientras, el edificio cuenta con cinco techos, que representan los cinco elementos fundamentales del universo: metal, madera, agua, fuego y tierra. La fachada es una mezcla del estilo asiático y el europeo, con detalles renacentistas, arcos romanos, puertas de hierro de Francia, baldosas de Japón y caligrafías grabadas tanto en chino como en vietnamita. El dignatario Thich Hue Minh agregó: “Nuestra pagoda combina la arquitectura occidental con la oriental. La primera se puede contemplar en esta zona de recepción, mientras que la última se percibe en el santuario principal y en el compartimiento posterior, con frases paralelas y bonitos altorrelieves. También, podemos encontrar el estilo de otras pagodas de Laos y Camboya, y por eso, desde la distancia, los visitantes pueden ver nuestras tres cúpulas.”
El interior del santuario principal de la pagoda (Foto: VOV) |
Actualmente, en Vinh Trang se conservan hasta 60 estatuas budistas de mucho valor, tanto del bronce como de madera y terracota. Las más importantes son las 18 figuras de arhats (aquellos que han llegado a la última etapa de la sabiduría budista) que fueron esculpidas en madera de yaca por un artesano llamado Nguyen y sus asistentes y ahora están expuestas en el templo principal. Cada una de ellas es de unos 0,8 metros de altura y representa a un arhat montando un animal. Además, hay tres estatuas de bronce de los budas de Amitabha (de 98 centímetros), Guanyin y Mahasthamaprapta (ambos de 93 centímetros), creadas a finales del siglo XIX. También podemos observar una gran campana de 1,2 metros de altura y 150 kilogramos de peso, fundida en mayo de 1854, con el nombre de la pagoda tallado en su cuerpo, así como más de 20 pinturas sobre la naturaleza que datan de 1904, entre otras decoraciones. En este espacio tan emblemático, los monjes día a día leen y recuerdan las sutras budistas.
En la pagoda de Vinh Trang, se puede disfrutar de un ambiente fresco gracias al jardín que lo rodea, donde hay un lago lleno de flores de loto y árboles seculares. El complejo equilibra la armonía entre lo artificial y la naturaleza. Según expertos culturales, este centro religioso refleja la historia de las bellas artes de la provincia de Tien Giang. El lugar ahora ofrece un entorno ideal para la meditación y atrae visitas tanto de practicantes budistas como de turistas nacionales e internacionales, especialmente en los días festivos.