La pagoda "Doi" tiene más de 400 años de antigüedad
|
Su nombre real en el idioma jemer es Seraytecho Mahatup, y este sitio con más de 400 años de antigüedad es más conocido como la “pagoda de los murciélagos”, un nombre debido a los miles de mamíferos voladores que la han convertido en su hogar. Estos ocupan los árboles frutales justo detrás del santuario principal, dio a conocer Hong Thi Thu Chau, quien vive cerca de allí. “Nadie sabe exactamente por qué hay tantos murciélagos. Se supone que se sienten atraídos por los frutos de alrededor y también por la paz de la pagoda donde descansan tranquilamente bajo la sombra de los árboles.”
Pese a ser seducidos por los frutos, los murciélagos nunca se los comen dentro de la pagoda. Sólo se aferran a las ramas en ese sitio sagrado. Sobre las 6 de la mañana van a otros huertos para comer y no regresan hasta alrededor de las 5 de la madrugada del día siguiente. Otra peculiaridad para los habitantes de la localidad es que estos pequeños animales sólo eligen ese lugar para refugiarse aunque en las proximidades, hay otros templos similares. Los bonzos creen que dan buena suerte y siempre refuerzan su deseo de proteger a los murciélagos.
El bonzo superior Lam Tu Linh
|
El número de sus pequeños inquilinos voladores puede llegar a decenas de miles. Los más grandes pueden pesar hasta 1,5 kilos y tienen una envergadura de 1,5 metros. Una inmensa serenidad reina en todas partes en este espacio verde cuando los murciélagos salen a cazar, aseguró el venerable Lam Tu Linh. Dijo que la arquitectura del lugar es una combinación de los estilos camboyano y vietnamita y que a lo largo del tiempo ha experimentado varias restauraciones.
“Construida en 1569, nuestra pagoda ha sido renovada varias veces. La restauración más grande tuvo lugar en 1960 en el santuario principal. En 1999, la pagoda fue reconocida como un sitio histórico y cultural nacional. Fue gravemente dañada por un incendio en 2008 y se reconstruyó el año siguiente.”
Este monumento budista se distingue por un techo dorado con dos niveles y bajorrelieves en forma de loto. En la entrada del santuario se encuentran dos estatuas gigantescas de piedra de Buda, uno sentado en una flor de loto y otro en la serpiente sagrada Muchalinda. En las paredes se cuelgan historias sobre la vida de Buda, desde su nacimiento hasta su iluminación. No muy lejos del santuario hay algunas torres con reliquias de monjes de la pagoda.
La pagoda “Doi” con un hermoso complejo arquitectónico se considera como uno de los destinos más atractivos en las excursiones turísticas por el delta del río Mekong. Además de satisfacer las necesidades de la vida espiritual, ofrece a los visitantes conocimientos sobre el arte jemer.