(VOVworld) - Este 2 de septiembre, los vietnamitas festejan el Día Nacional 67. Cada generación recibe esta efeméride a su manera. Las personas mayores caminan bajo las banderas nacionales y entre flores multicolores rememorando los históricos acontecimientos del otoño de 1945. Mientras los jóvenes, quienes no vivieron esos gloriosos tiempos, disfrutan de la paz y la prosperidad que les trajo la Revolución nacional. Todos se dirigen al Presidente Ho Chi Minh, quien ejerció una decisiva influencia en el éxito de la Revolución de Agosto y el nacimiento de la República Democrática, hoy  República Socialista de Vietnam. Con motivo de la Fiesta Nacional, y en conmemoración del fallecimiento del gran líder el mismo día, se evoca de nuevo la eterna gratitud del pueblo hacia Ho Chi Minh.

Desde la apertura al público en 1976, el Mausoleo de Ho Chi Minh
ha recibido cerca de cien millones de visitantes

Bajo el suave sol otoñal de Hanoi, una silenciosa fila de personas que parece infinita espera su visita al Mausoleo de Ho Chi Minh para rendir tributo al querido y admirado líder. En este lugar, reina la serena solemnidad. Mientras afuera, un ambiente alegre por el Día Nacional impera en cada rincón de la capital Hanoi, como en todas las localidades de Vietnam. La señora Hoang Nhu, de 83 años de edad, junto a sus vecinos en el barrio de Dich Vong, distrito capitalino de Cau Giay, limpian y ordenan su zona poblacional en saludo al Día de la Independencia. En este ambiente, reviven en ella y en las personas de su misma edad, imágenes del querido Tío Ho.“El Tío Ho prodigaba un profundo amor a la nación. En vida, era un hombre muy sencillo y cercano al pueblo. Prestaba atención a todos los estratos de la sociedad, niños, estudiantes, jóvenes, hasta las personas de avanzada edad, los pobres y los campesinos… Nunca pensaba en sí mismo, sino en todo el pueblo, en el destino de la nación y de toda la Humanidad. Su vida tan sencilla, de tan pocos recursos materiales, como puede apreciarse en su residencia y oficina de trabajo.”

La cantante Thanh Hoa percibe el clima festivo al caminar por las calles y deleitarse con los sonidos de la vida y también canciones revolucionarias transmitidas por la radio a través de altavoces públicos. La reconocida Artista del Pueblo dedica en las canciones que interpreta su sentir elogioso al Partido, al Presidente Ho Chi Minh, a la tierra natal y a la Patria, una de ellas la titulada “Tío Ho, un inmenso amor”. Thanh Hoa dijo que la vida misma de Ho Chi Minh constituye una inspiración infinita para las canciones a cuya memoria dedica. “He cantado muchos temas sobre el Tío Ho, pero nunca tuve la oportunidad de conocerlo. Para mí es como un Hado, adorado por todo el mundo, pero con lo que hizo para su país su figura quizá es más grande. Consagró su vida al pueblo y representa una inagotable fuente de inspiración para la poesía y el arte de Vietnam. Los escritores y compositores nacionales siempre le dedican lo más sagrado, lo más respetuoso y refinado y lo veneran desde lo más profundo de sus corazones. Siempre canto a Ho Chi Minh con un agradecimiento profundo.”

Una imagen entrañable del Tío Ho con niños
 

Los vietnamitas, sin discriminación de edad, profesión o estrato social, mantienen latente la admiración y el cariño hacia su líder. La poeta Phan Huyen Thu, que pertene a la joven generación, se hizo una pregunta que ella misma se respondió: “¿Por qué hasta ahora, en las primeras décadas del siglo XXI, siguen iguales los sentimientos que prodigamos al Presidente Ho Chi Minh, en especial a la llegada del Día de la Independencia? En realidad, los vietnamitas guardan la tradición de gratitud que le llegaron desde sus antepasados, hacia quienes acumulan grandes méritos por su amor y entrega a la Patria. Por eso, en cualquier lugar que vivimos, pese a que cada generación tenga una manera diferente de sentir y celebrar la gesta independentista de la nación, impera ante todo el agradecimiento, hacia los antecesores y hacia Ho Chi Minh.”

Han transcurrido 67 años desde aquel 2 de septiembre, cuando el Presidente leyó en la Plaza de Ba Dinh la Proclamación de la Independencia, acto bautismal de la República de Vietnam. Los vietnamitas graban para siempre en su mente aquella imagen radiante, que le acompaña en cada Fiesta Nacional./.