(VOVworld) -La aldea turística cultural comunitaria Ha Thanh en la comuna Phuong Do, se ubica a 6 kilómetros de la ciudad Ha Giang. Se trata de un villorrio de la minoría étnica Tay que conserva intacta la arquitectura de casas sobre pilotes. Esta estructura juega en la vida de los integrantes una importante posición porque como lugar de conservación de valores culturales y espirituales, cada lugareño la considera un símbolo.
Las casas sobre pilotes de los Tay tienen fachada orientada hacia el campo
La primera imagen que recibe cualquier visitante al llegar a Ha Thanh es la de las casas sobre pilotes de los Tay. Aquí más de l00 residencias en laderas de montañas, contienen valores culturales particulares y parecen museos familiares y de linaje. La familia de Nguyen Thi Dien vive actualmente en una casa construida por sus padres. Ella dio a conocer que esta vivienda es muy conocida, y por eso nunca quiso mudarse a otro lugar y solo aspiró a repararla para vivir en ella. “Ahora, mi familia ha reparado la vivienda. Fuimos junto con los vecinos al bosque para cortar árboles. En nuestro poblado los habitantes siempre se apoyan mutuamente”.
La construcción de una casa sobre pilotes necesita de mucho trabajo. Para tener suficientes materiales, los aldeanos tienen que ir a la selva abrupta y subir las altas montañas para buscar maderas buenas y hojas de palma. Nguyen Thi Hoe, residente de Ha Thanh, dijo: “Debemos preparar materiales durante l0 años para edificar la residencia. Estos pilotes son de madera de roble. Esta es la costumbre de nuestros antepasados y no podemos abandonarla”.
Una vivienda típica de la minoría étnica Tay
Con la habilidad y talento de los artesanos se levantan mansiones tradicionales sin usar clavos ni hierro, solo con vigas y mortajas. El piso de la casa está a dos metros de la tierra. Con esta altura los residentes pueden prevenir fieras y almacenar alimentos. Los techos de hojas de palma hacen más graciosa la estancia. Cada morada necesita hasta más de mil hojas. La construcción de una vivienda tradicional no es trabajo particular de cada familia y el dueño debe pedir la ayuda de sus hermanos, parientes y aldeanos. La señora Hoe agregó: “Solo el corte de hojas de palma dura 3 días. Antes de empezar la construcción, el dueño del domicilio avisa al jefe del villorrio y éste lo divulga en la pizarra de información, entonces los aldeanos llegan voluntariamente a su casa para ayudar. La casa con techo de hojas de palma es muy fresca y puede resistir el granizo, con una durabilidad de más de 30 años”.
Mujeres de la etnia Tay reciben a visitantes al pie de la escalera
La morada tradicional se divide en varias habitaciones y cada una tiene su función particular. En la central se coloca el altar para pedir a los antecesores la protección, tranquilidad y felicidad a sus descendientes. Los cuartos secundarios se usan para guardar utensilios domésticos y realizar actividades. Aunque dividida en áreas diferentes, entre estas no se levanta ninguna pared. Hoe reveló que el alojamiento de los Tay es un espacio abierto, incluso el dormitorio. “Según la costumbre de los Tay, no se construyen dormitorios. Ahora, se utilizan cortinas, pero antes se empleaban biombos de color pardo y desde el interior se podía ver hacia el exterior de la casa. Por ejemplo, mi familia cuenta con 7 miembros y solo usamos mamparas formadas por bastidores articulados”.
La escalera de la casa es de madera y generalmente tiene 9 peldaños, simbolizando los 9 principios de la mujer Tay. De acuerdo con la concepción de la etnia estos representan los 9 niveles del amor. Después de ascender la escalerilla se da el décimo paso en el hogar. De esta forma los hijos de la familia pueden casarse. Cuando llega algún visitante, el dueño de la casa lo recibe al pie de la escalera y sube detrás de él para protegerlo y conducirlo. A diferencia de la residencia de los Thai o Muong que cuenta con 2 escalinatas, la de los Tay solo tiene una puerta en la cabeza del pretorio. Partiendo de esto todas las cosas hechas de bambú y madera instaladas en la morada se orientan hacia la entrada. Este es un rasgo muy particular en la cultura de construcción de vivienda de los Tay.