Los artesanos de la aldea de Ako Sier se entusiasman con la renovación de las piezas musicales del gong y batintín del pueblo Ede. |
Los artesanos de la aldea de Ako Sier, en la ciudad de Buon Ma Thuot de la provincia de Dak Lak, representan la obra Plier, término que en español significa granizo. La pieza musical, con su ritmo rápido y enérgico, produce el sonido de los granizos cuando se precipitan y tocan el suelo y el techo. Por lo general, esta obra se interpreta en el ritual de invitación para beber aguardiente. Lo especial de esta representación musical es la ingeniosa introducción de clamores que improvisan los artistas, haciéndola de esta forma más peculiar y llamativa.
De acuerdo con el Artista Destacado Vu Lan, los instrumentos de las aldeas altiplánicas contribuyen a la renovación de varias piezas de música tradicionales, dotándolas de fragmentos improvisados sin precedentes pero de mucha trascendencia artística. Vu Lan precisó: “Los gritos que se introducen al inicio de la pieza Plier generan una concepción muy real de lo repentino que son los granizos en esta tierra altiplánica. También adaptan la canción folclórica Chiritia a la orquesta de gongs y batintines con improvisaciones innovadoras y atrayentes”.
También crean nuevos instrumentos musicales. |
El artesano Y Due Nie Kdam, radicado en el poblado de Ako Sier de la ciudad de Buon Ma Thuot, contribuyó a renovar la pieza Plier. Este hombre explicó que, según la tradición, los gongs solo se tocan en los rituales y celebraciones solemnes, tras los cuales se llevan a cabo los protocolos de invitación a beber. En estos acontecimientos los asistentes toman, con cañas de bambú, el aguardiente conservado en las grandes tinajas ordenadas en largas filas en la casa comunal. De esta forma, los aldeanos disfrutan de las comidas y los licores al ritmo de los gongs y batintines, y estos sonidos los acompañan durante largas horas hasta que termina la fiesta.
“En las ocasiones festivas y los rituales, tras el sacrificio de búfalos o reses, se organiza un banquete en el que todos los presentes beben aguardiente en un ambiente colmado por el sonido de gongs y batintines. De esa forma, durante las largas horas del festín los ritmos no dejan de sucederse. Para evitar las repeticiones, dividimos las interpretaciones en piezas de tres a cinco minutos de duración cada una, las improvisamos y les ponemos nombre acorde a los tempos y ritmos de cada obra”, dijo Nie Kdam.
El conjunto de percusionistas de la aldea de Ako Sier es uno de los pocos grupos conocidos en la ciudad de Buon Ma Thuot por su innovadora capacidad de improvisación. Suele representar a la provincia de Dak Lak en los concursos, festivales y programas de intercambio artístico en el país y el exterior. Un integrante del grupo, el artesano Y Mip Ayun, estimó que, con el ingenio apropiado, las piezas musicales cobran una nueva vida. El toque contemporáneo que se introduce en ellas hace que resulten más familiares y no se limiten a sus antiguas funciones ceremoniales, obteniendo un producto musical final al servicio de la comunidad y más fácil de preservar. Según Y Mip, esas creaciones son innovadoras sin perder los valores tradicionales, por el contrario, los heredan, los incluyen y los desarrollan.
Con una similar opinión, el Artista Destacado Vu Lan, consideró: “Apreciamos mucho esas anónimas innovaciones. Son aportes de todo el colectivo de artesanos de una aldea. Con el tiempo se irán convirtiendo en obras populares. Todas esas creaciones novedosas favorecen una mayor adaptación de los gongs y batintines a la vida contemporánea. Creo que eso es lo más valioso”.
Con su creativa improvisación, los artesanos Ede en las aldeas de la provincia de Dak Lak continúan acercando el acervo musical tradicional a las nuevas generaciones y posicionando las piezas de gongs y batintines en la vida cultural contemporánea, para una mayor difusión de este arte entre el resto de la población.