(VOVworld) - La estructura tradicional de los villorrios de los Kinh, la mayoría étnica de Vietnam, suele vincularse al portón aldeano, la casa comunal, el árbol baniano, el embarcadero, las casas con jardín frutal y el criadero de peces. Todo esto representa un ambiente apacible que marca una vida equilibrada y cercana a la naturaleza, lo que favorece su cultivo de arroz. Las aldeas Kinh se han convertido en un espacio rural característico donde se pone de relieve la idiosincrasia cultural de Vietnam.

La primera imagen evocativa de las aldeas antiguas de los Kinh, o Viet, son los bambúes que las rodean, dan sombras y crean una muralla para proteger a sus habitantes de usurpadores e invasiones extranjeras. Por su parte, el portón de la aldea es una construcción importante para la vida material y espiritual de sus habitantes. Cada entrada tiene su propio estilo arquitectónico, pero siempre está en armonía con el medio que la acoge. La arquitectura de estas puertas y otras construcciones de aldeas antiguas de Vietnam se caracteriza por la punta del alfanje hacia el cielo, que expresa los deseos y aspiraciones de los campesinos. La aldea de Duong Lam, a unos 50 kilómetros al oeste de Hanoi, preserva rasgos arquitectónicos típicos, en especial, un portón construido en 1553, sobre el que habló el arquitecto Le Quang Ngoc: “Para mí esta puerta es muy atractiva a pesar de su sencillez, pues se ubica en el ambiente de seculares banianos, caminos rurales serpenteantes y embalses de flor de loto. Se trata de una arquitectura modesta de leguaje minimalista, pero tiene un encanto especial en el ambiente apacible de las zonas rurales y evoca cosas maravillosas. No es casualidad que haya inspirado a muchos fotógrafos y artistas nacionales.”

En la estructura tradicional de las aldeas antiguas de los Viet, el pozo aldeano es una construcción comunitaria en el centro de la aldea o cerca de su entrada. Sus usuarios lo consideraban como un ojo para el pueblo, y un espejo que refleja su tranquila vida. Tran Minh Nhuong, investigador de la cultura popular de Vietnam, hizo saber: “La llanura del Norte mantiene los pozos aldeanos antiguos que aún sirven a sus pobladores. Están hechos de diferentes materiales: tierra, piedra o laterita, y sus formas también son diversas, pueden ser ovalados o redondos. Al situarse ante alguna pagoda o templo, los pozos cobran un significado especial a causa de su localización sagrada.” 

El camino principal de la aldea conduce a la casa comunal, donde venera a los genios del villorrio, en realidad las personas que lo fundaron o que tuvieron el mérito en la construcción y defensa del país. Como escenario de las actividades comunitarias, fiestas aldeanas o eventos culturales populares, la casa comunal está edificada según las normas de la geomancia. El arquitecto Le Quang Ngoc dijo: “Las casas comunales son espaciosas ubicados en la mejor posición de la aldea. Las aldeas prósperas tienen grandes casas comunales con amplias naves, y las que se encuentran en condiciones económicas más limitadas, son más pequeñas, lógicamente.”

En general, todas las estructuras tradicionales de las aldeas vietnamitas están conectadas. Las vías rurales pavimentadas se entrecruzan y las pequeñas callejuelas entrelazadas facilitan la circulación de los lugareños. En este espacio, las casas de los vietnamitas son sencillas y se adecuan al clima y los hábitos de su vida y producción. Casi todas las viviendas en las zonas rurales del Norte y del Centro septentrional, tiene una casa principal y dos piezas a sus lados, un amplio patio delantero y un jardín trasero. Esta estructura contribuye a formar  costumbres y normas sociales, forjar el temperamento local y el aprecio al honor, el respeto a las reglas aldeanas, a los ancianos y la solidaridad… Para los que están lejos de su tierra de origen, la imagen de las aldeas siempre es evocadora y conmueve, y recuerda las raíces y el orgullo de la tradición nacional.