(VOVworld) – Al residir en las zonas montañosas de Vietnam, en medio de la naturaleza y en interdependencia con ella, los aborígenes Ha Nhi creen que su vida serena se debe en parte a las bendiciones divinas. Para ellos, son las deidades que les brindan el bosque, el agua y los alimentos diarios, por eso ponen mucha importancia en el culto a esos seres divinos. En esta comunidad, el ritual para pedir la bendición de las deidades protectoras de su pueblo es considerado un acto sagrado original de entre las muchas ceremonias ancestrales de este grupo indígena.
Los hombres preparan una vara de bambú para advertir del inicio del culto a las deidades protectoras de la aldea
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En su concepto, los Ha Nhi creen que todos los seres vivientes y las cosas en el universo tienen alma. Siguiendo la tradición de sus ancestros, antes de comenzar el cultivo de arroz o maíz, realizan un solemne rito, que suele coincidir con el mes de marzo del calendario lunar, para espantar los malos espíritus y pedir las bendiciones celestiales, como bonanza del clima y abundantes cosechas.
Toda la aldea participa en este importante rito. Durante los tres días que dura la celebración de la ceremonia, los Ha Nhi tienen prohibido de salir de su aldea y las personas de otros lugares, tampoco deben entrar en ella. Por esta regla es que en algunos sitios se le bautiza “ceremonia de prohibición aldeana”.
El ambiente solemne de la ceremonia de prohibiciones aldeanas
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Las ofrendas obligatorias que se preparan para este ritual incluyen un cerdo, un pollo y un plato de arroz glutinoso cocido de color amarillo. En referencia a este último detalle, Nguyen Hung Vi, estudioso de la cultura popular de Vietnam explicó: “Según la creencia popular, el amarillo representa las terrazas de arroz y el grano maduro. Los Ha Nhi elaboran el arroz glutinoso teñido de este precioso color para ofrendarlo a sus deidades con la intención de complacerles”.
En vísperas del rito ancestral, las mujeres recogen un tipo de hojas típicas destinadas a teñir el arroz glutinoso, mientras los hombres levantan una larga vara de bambú en cuyo extremo se coloca un pollo y se tiende una cuerda hacia el otro lado del camino, colgando en ella figuras semejantes a armas como cuchillos y cimitarras, para repeler a los demonios.
Después del ritual, los pobladores Ha Nhi se sientan juntos para disfrutar de las comidas en un ambiente de alegría y sin preocupación
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Los Ha Nhi consideran el gallo un ser sagrado que les ayuda a comunicarse con las deidades protectoras de la aldea, por eso lo sacrifican para rendirles tributo. El experto en la cultura popular añadió: “Cuando el gallo hace kikiriki sale el sol, por esta razón el animal deviene un símbolo sagrado, que se vincula con el comienzo del día, el nacimiento del tiempo y la costumbre de llamar al sol de esta comunidad étnica. El gallo sagrado es capaz de disipar la oscuridad y los espíritus malignos”.
Durante los días en que se efectúa el culto a las deidades protectoras de la aldea, los Ha Nhi deben comunicarse en su idioma y no se les permite cargar nada con sus hombros. El rito dura desde la mañana al mediodía, y continúa hasta la noche tras un breve intervalo para el descanso o faenas campesinas. Uno puede pedir que las divinidades le concedan un hijo incluso. Una vez finalizados los rituales, se liberan todas las inquietudes. Todos los aldeanos se sientan juntos para disfrutar de las comidas en un ambiente de alegría sin preocupación alguna. El profesor adjunto y doctor Nguyen Van Huy, otro investigador de la cultura popular estimó: “Al realizar este ritual, quieren expresar su deseo de que las deidades de la tierra, de la selva y del árbol en el espacio en el que residen los Ha Nhi les bendigan y protejan. Creen que los protectores divinos de su aldea escuchan sus ruegos y les ampararán”.
Se lanzan puñados de arroz glutinoso cocido con el deseo de que las próximas cosechas les den alimentos sobrantes
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En este acto, los Ha Nhi se regalan huevos teñidos colocados con discreción en el plato de arroz glutinoso, con el deseo de un año venturoso. Los visitantes a quienes les invitan a comer estos huevos especiales tendrán mucha suerte durante el año, según la creencia ancestral de este grupo étnico minoritario.