(VOVworld) – Hua Nhan en el distrito de Bac Yen, provincia de Son La, es la comuna más difícil de uno de los distritos más pobres en Vietnam. Esta comarca incluye l6 aldeas Mong y una Kho Mu. Un 54 por ciento de los 4 mil habitantes de la comuna son familias humildes. Aunque la vida les depara muchos desafíos, la mayoría de los niños Mong van a la escuela.
Los alumnos Mong deben caminar de 3 a 5 horas de su casa a la
escuela en vías desfavorables, sobre todo en tiempo de la lluvia
El tramo fangoso de l5 kilómetros desde la carretera nacional hasta Hua Nhan es difícil de transitar. El único medio de transporte es la moto. Quien atraviesa una vez este camino se percata de las penalidades de los lugareños. La circulación es dificultosa, pero el trabajo agrícola resulta más duro aún. Los autóctonos tienen que abrir huecos para cultivar el maíz, su alimento principal, porque solo esta planta puede crecer en laderas de piedras verticales. Algunas familias crían cabras, cerdos y aves para autoabastecerse de víveres cuando celebran algún acontecimiento. La vida transcurre con obstáculos, por eso los Mong no prestan mucha atención al estudio de sus hijos. Los mayores dedican tiempo para ganarse la vida y los niños crecen como plantas silvestres en bosques. Cuando sean grandes, seguirán a sus padres al campo para labrar sin prestar atención al aprendizaje. Giang A Lenh, secretario del Comité del Partido de la comarca de Hua Nhan, dijo:“Antes los Mong no permitían a sus hijas estudiar. Ahora, tanto los hijos como las hijas pueden llegar a la escuela. Según su concepción, si estudian, será difícil para las mujeres buscar empleo y tampoco sabrán trabajar en la agricultura.”
Alumnos Mong estudiando en un aula estándar de una
escuela de internado en la provincia de Son La
Gracias a la ayuda de la Compañía de Papeles de Vietnam, recientemente esta comarca construyó una escuela secundaria de internado confortable para más de 200 alumnos. Sin embargo, numerosos de ellos están a 40 kilómetros de las aulas, por lo tanto, cada vez que regresan al hogar deben caminar todo el día. Además, si quieren estudiar en el preuniversitario, deben ir a la cabecera distrital o provincial. Las aulas preescolares y primarias son temporales y carentes de equipos de enseñanza y aprendizaje. Las bases materiales insuficientes provocan dificultades a los maestros y alumnos, en especial en invierno. Sin embargo, ellos han superado todos los desafíos para mantener la instrucción. Do Thi Lan, rectora de la escuela preescolar de Hua Nhan dio a conocer que para que más de 400 párvulos pudieran estudiar, los maestros coordinaron con la administración local para movilizar a cada familia en largo tiempo.“La movilización fue un trabajo muy arduo, ya que los conocimientos del pueblo todavía son bajos. Las maestras ayudan mucho a los niños, incluso en hábitos higiénicos. Ante nuestro fervor y ayuda de todo corazón, los padres dejaron a sus hijos ir a la escuela.”
En el interior de una casa montada con la ayuda de empresas
para alumnos étnicos semi internados en Son La
En los últimos tiempos, gracias a una propaganda persistente de la administración de la comarca y los educadores, la concepción de los étnicos sobre el aprendizaje ha cambiado. A Lenh agregó: “Actualmente el número de alumnos es más alto que el de años anteriores, gracias a la atención del Partido y el Estado y la conciencia de sus padres. La administración local realizó una propaganda centrada en que estudiar no es para hacerse cuadro, sino para cuando tengan conocimientos culturales, sus hijos podrán trabajar de modo eficiente.”
Desde hace poco, más de 40 infantes pueden estudiar en una escuela preescolar confortable construida con la donación de la Asociación de Infancia y Salud de Francia (Vinaes). Nguyen Huu Nghia, su representante en Vietnam compartió en la ceremonia de entrega de la obra a la comuna de Hua Nhan.“Al llegar por primera vez a esta tierra, ví que la vida era tranquila, pero muy difícil. Por ello quería aportar a la atención de la educación de los niños junto con la administración local. Deseo que el poder y el pueblo de Hua Nhan empleen eficientemente esta obra y eleven la calidad educativa.”
Los infantes cantan melodiosamente. Sus rostros no pueden ocultar la sorpresa y alegría al poder sentarse en un aula cómoda. Al verles entonando, el dirigente local A Lenh y los profesores no pueden encubrir sus emociones. La ayuda de la comunidad ha incentivado el estudio de los infantes y la instrucción de los maestros, quienes se dedican a la causa de cultivar hombres y mujeres en esta zona lejana de Hua Nhan.