Al acercarse el fin del año y cuando comienzan a sentir el frío y ver teñidos los campos de arroz de amarrillo, las aldeas de la etnia Pako preparan con entusiasmo y regocijo el festejo Ada. Estos autóctonos adoran a los dioses mitológicos, especialmente el que representa ese cereal, por tanto conceden mucha importancia al referido ritual.

(Foto: khamphadisan.com)

Esta fiesta, también llamada la del nuevo arroz, es además motivo para la unión familiar. Ho Van Do, residente del distrito de A Luoi, de la provincia de Thua Thien Hue, dio a conocer: “Los hijos que trabajan o viven lejos de su tierra natal regresan a casa de sus padres en ocasión de la fiesta. Se reúnen, beben aguardiente juntos y charlan de sus logros y fracasos durante el año, con el deseo de cosechar mejores resultados en sus actividades profesionales y en su vida personal”.

Antes del inicio de la celebración, los patriarcas debaten su organización, desde la invitación y la recepción de los invitados hasta la elaboración de las ofrendas según la creencia popular. También, elegirán a una de las personas más prestigiosas de la comunidad para dirigir el acto. Luego, los patriarcas distribuyen las tareas. Normalmente, los hombres se encargan de sacrificar animales domésticos para el ritual religioso, mientras, las mujeres se preocupan de recolectar frutos de la selva para elaborar las comidas. Estas preparan para la ocasión manjares tradicionales, exóticos y sabrosos, como “Peng”, “clum”, “cloar” o “A quat”.

Al respecto, la señora A Viet Thi Nhi, también residente del distrito de A Luoi, dijo: “Ada es la festividad más importante de nuestra etnia Pako. Para sus rituales, son imprescindibles las ofrendas como “com lam” (arroz glutinoso cocido al vapor en tubos de bambú), pollo asado y otros platos hechos con carne de cerdo, aves, pescados y ranas…La ceremonia dura un par de días, pero debemos realizar los preparativos una semana antes”.

(Foto: khamphadisan.com)

Para los Pako, la mañana es el mejor momento del día para rendir culto a los genios, incluido el del arroz. La llegada de los invitados hace más animado el ambiente y estos llevan cestas de alimentos para contribuir en la celebración. Mientras, los aldeanos preparan tres bandejas de ofrendas a fin de rendir tributo a sus deidades de la Montaña, del Arroz, y del Maíz-Mijo-Frijol. Tradicionalmente, para la primera, hay que sacrificar algún ganado mayor como un búfalo o una cabra, para la segunda, un cerdo, un gallo, un pato o pescados. Las ofrendas son muestra de la gratitud de los pobladores a los seres divinos que les han protegido y bendecido con abundantes cosechas, buena crianza de animales y una mejor salud para las personas. Además, ofrecen comidas a los parientes, vecinos e invitados procedentes de otras aldeas. Prestan mucha atención a cumplir esta costumbre, con todos los platos más deliciosos de las cocinas familiares.

Después de cerrar la parte ceremonial, la festiva es la más esperada por todos, ya que los presentes pueden participar en los juegos, cantos y bailes folclóricos acompañados por los gongs, batintines y otros instrumentos musicales típicos de la etnia.

La celebración Ada puede prolongarse hasta 3 días, resaltando el entusiasmo y el optimismo de los Pako. Los ritos y las actividades artísticas que se efectúan en ella también reflejan la particularidad cultural de este grupo étnico. Pese a los cambios en su estilo de vida, los autóctonos mantienen las costumbres arraigadas de su pueblo y las promocionan entre los turistas para favorecer su descubrimiento y disfrute, a fin de contribuir a enriquecer los valores tradicionales de las 54 nacionalidades vietnamitas.