Como de costumbre, cada vez que tiene comida familiar o reunión con amigos cercanos, Dam Minh Nghia acude a distintos supermercados o bodegas en busca de algunas botellas de vino para sus invitados. En esta ocasión, decidió comprar una de la marca Ossa de Chile y de categoría icon wine (vino ícono). Es de color rubí y con una mezcla de sabores a frutos rojos, cassis y especies, para continuar con regaliz, tabaco, chocolate, cuero y roble. Después de comprar esta bebida maravillosa, Minh Nghia esperaba que los participantes tuvieran los momentos inolvidables en el convite. El hombre dijo lo siguiente: “La mayoría de los vietnamitas prefieren bebidas de alto contenido alcohólico. El vino chileno tiene un sabor fuerte, el cual hace a la gente sentir más cercano a las bebidas espiritosas. Mientras los vinos franceses son más suaves y por eso, más insípidos”.

Una mesa de cata de vino en la degustación “Wine Chile Lover-Hanoi 2018” celebrada en el hotel Sheraton Hanoi (Foto: Tuan Anh/VOV5)

Según To Viet, miembro de la Asociación de Sumilleres Internacional (ASI) y la Unión de Sumilleres de Francia (UDSF), a lo largo de la historia, los vietnamitas se han acostumbrado al alcohol de alto grado mientras en Chile los viñedos son planos y reciben una excelente exposición a la luz solar, la cual traspasa la piel de la fruta en general y potencia toda su carga organoléptica, de aroma y sabores, generando así un vino con alto grado alcohólico. En este sentido, el producto ha conquistado el paladar de cada vez más consumidores de Vietnam gracias al sabor fuerte y sobretodo el tanino. To Viet añadió: “El tanino es una sustancia en la piel de la uva. Cuánto más gruesa es la piel, más tanino tiene la fruta. Uno de los factores que la engrosan es la luz solar y la diferencia de la temperatura entre el día y la noche. Esto quiere decir que de día la piel de la uva se extiende mientras en la noche, el frío hace que se encoja. La repetición de este proceso engrosa la piel de la fruta. En este sentido, Chile cuenta con suficientes condiciones necesarias, pues tiene más horas de luz solar, además de la cordillera de los Andes cuya cumbre es Aconcagua con una altitud de cerca de 7 mil metros donde el aire frío hace que los cultivos refuercen continuamente su capacidad para resistir a ese clima”.

Hasta la fecha, Chile es uno de los 3 países con las mayores exportaciones alcohólicas al mercado vietnamita gracias a productos con precios asequibles y sabores exquisitos para el paladar de los consumidores locales. Es razón por la cual las ventas anuales del vino chileno en el país indochino alcanzan cerca de 100 millones de dólares, con un ritmo promedio de crecimiento del 18 al 20% al año. La sociedad anónima Huy Phong tiene 18 años de experiencia en la comercialización de alcohol y es importadora exclusiva de 14 marcas vitivinícolas, entre ellas, 4 provenientes del país suramericano. De acuerdo con Luu Vu Phong, director general de la empresa, Montes es la marca chilena con las mayores ventas en el mercado vietnamita porque es uno de los primeros productos de esa nación que entraron en Vietnam hace 20 años. Además, hay otra marca muy potencial de Chile que está conquistando el paladar de la población local. Al respecto Vu Phong reveló: “Estoy muy feliz al presentar Don Reca, nuestro producto importado de la Viña La Rosa que lleva en el mercado vietnamita durante los últimos 12 años. Este vino es muy famoso, especialmente en los restaurantes y bodegas. La venta de los productos de la Viña La Rosa en Vietnam crece anualmente un 30%”.

Los productos más vendidos de la Viña La Rosa en Vietnam (Foto: Tuan Anh/VOV5)

Como es cliente de dicho viñedo, uno de los más antiguos de Chile con cerca de 200 años de existencia, la empresa Huy Phong insiste en la filosofía de cooperación con los socios más prestigiosos que suministran productos de alta calidad. Por la parte chilena, los exportadores de vino mantienen los estudios del mercado vietnamita para buscar ingresar más bebidas en este territorio. Al evaluar a los asociados de la nación del Sudeste Asiático, Sussan Esse Porras, representante comercial (ProChile) de la Embajada chilena en Hanói afirmó: “El pueblo vietnamita es tremendamente fraternal. Es muy amistoso y muy fácil negociar con los vietnamitas y generar confianza. Para nosotros, como pueblo, lo más importante a nivel empresarial es tener la confianza porque estamos a más de 33 horas de distancia. Entonces, en ese marco, se puede decir que los vietnamitas son muy cálidos, nos ayudan, nos acogen y además, cumplen con los plazos. Están constantemente pidiendo más productos, pagan a tiempo, son buenos clientes, recomendables y fiables”.