Máscaras de cartulina creadas por niños en el Festival del Medio Otoño. (Foto: VOV)

Tradicionalmente, desde el comienzo del octavo mes lunar, distintas organizaciones van de casa en casa para movilizar y recaudar fondos destinados a organizar el Festival del Medio Otoño para los menores. Los sindicalistas y los jóvenes voluntarios dedican tiempo a hacer cabezas de león, máscaras de cartulina y farolillos, entre ellos los tradicionales de estrella, y a preparar pasteles típicos de este evento para los pequeños, mientras que las madres se aseguran de que sus hijos puedan disfrutar plenamente de esta fiesta folklórica.

Sin embargo, desde la aparición del coronavirus, en las ciudades y provincias en las que se mantiene el distanciamiento social, el ajetreo y el bullicio de la Fiesta del Medio Otoño no reina en las calles como de costumbre, y las tiendas están cerradas para prevenir los contagios. 

A pesar de esto, y si bien no pueden salir ni hacer actividades al aire libre, los niños pueden redescubrir la alegría de estar con la familia. Además, los padres aprovechan esta oportunidad para enseñarles cómo hornear pasteles de luna tradicionales o a hacer juguetes.

Le Nhat Nam, de 5 años de edad, que vive en el distrito de Thuong Tin, Hanói, está encantado porque es la primera vez que fabrica, con la ayuda de su madre, sus propios farolillos con papel de colores y residuos domésticos reciclados.

“Hicimos dos farolillos, uno para mi hermano pequeño y otro para mí. Estoy muy feliz porque tengo juguetes nuevos para celebrar el medio otoño”, señaló.

Ngo Thai Ha, que vive en Le Van Luong, distrito de Thanh Xuan, Hanói, creó lindos juguetes con hojas, verduras, conchas marinas y colores. 

“Por lo general, compro juguetes para mis hijos en el Festival del Medio Otoño, pero este año el distanciamiento social hace que nos tengamos que quedar en casa. Entonces, decidí crear máscaras con mis hijos usando cartón, papel de colores y gouache. También hicimos farolillos con cajas de plástico, papeles de colores y velas. Todos estamos felices de haber tenido estos momentos divertidos juntos", dijo.

Farolillos elaborados con papel de colores y residuos reciclados del pequeño Le Nhat Nam y su hermano. (Foto: VOV)

Las localidades han intensificado acciones a favor de los niños más desfavorecidos. Según el Servicio de Trabajo, Inválidos de Guerra y Seguridad Social de la ciudad norteña de Hai Duong, la localidad cuenta ahora con 816 menores en circunstancias difíciles y cerca de 400 beneficiarios del subsidio social. Nguyen Thi Lan Huong, subdirectora de esta entidad, dijo: “Los funcionarios de la ciudad dieron obsequios a 125 niños desfavorecidos, huérfanos y discapacitados para que pudieran tener unas felices fiestas. Siempre aseguramos una mejor atención para los niños con dificultades". 

En colaboración con comunidades e individuos, el Servicio de Trabajo, Inválidos de Guerra y Seguridad Social de la ciudad meridional de Can Tho también entregó pasteles de luna y farolillos a los niños en situaciones precarias y a los de minorías étnicas. Tieu Minh Duong, su director adjunto, señaló: "Este año, todas las actuaciones musicales fueron realizadas por niños locales, lo que facilitará las condiciones para que tengan un mejor acceso a un entorno comunitario. Debido a su difícil situación familiar, algunos de ellos son muy tímidos. Por eso, celebraciones como esta les brindarán una oportunidad para que expresen su talento y promuevan su confianza en sí mismos". 

Así, el Festival del Medio Otoño de este año es una ocasión especial, no solo por el covid-19, sino también por las iniciativas de solidaridad y empatía para hacerla más significativa y brindar más alegría a los menores.