(VOVworld) – El distrito Hon Dat es la localidad con la mayor superficie de la provincia sureña Kien Giang, perteneciente al delta del río Mekong en el suroeste de Vietnam donde habitan las etnias Kinh, Jemer y Hoa. Este lugar fue la cuna de la revolución por la reunificación de la Patria. En aquel momento, nacieron en esta tierra heroínas que entraron en obras literarias nacionales como la señorita Su. Hoy día, enalteciendo la tradición revolucionaria de los antepasados, las mujeres de Hon Dat aúnan esfuerzos para ayudarse mutuamente en el desarrollo de la economía familiar.
La aldea Hon Soc, comuna Tho Son se ubica a pie del monte Hon Soc, una de las 4 montañas del distrito homónimo. La tierra aquí no es favorable para los cultivos. Según cuenta Neang Huong, vicepresidenta de la Asociación de la Mujer de la comuna Tho Son, la vida de los habitantes locales depende de los viajes de pesca de los hombres a alta mar y la explotación de piedras. Sin embargo, todo esto no garantiza un ingreso regular. “No tenemos tierras cultivables ni campos salvo piedras al borde de agotarse debido a la explotación excesiva. La mayoría de los habitantes locales son jornaleros y su ingreso es muy bajo. Los hombres transportan o perforan piedras mientras las mujeres son cargadoras de piedras. Todos son muy pobres”, dijo Neang Huong.
Las mujeres de Tho Son, en el distrito de Hon Dat suelen reunirse para intercambiar experiencias sobre el desarrollo de la economía familiar
|
La aldea Hon Soc cuenta con 355 miembros de la Asociación de la Mujer local. La mayoría de ellas son de edad avanzada y el resto trabajan lejos de su tierra natal. Ante esta situación, la agrupación femenina aldeana ha pedido por su propia iniciativa a bancos de seguridad social, préstamos preferenciales para que cada miembro tenga suficiente capital para montar su negocio. Concretamente, cada familia se beneficia de un préstamo de 3 a 5 millones de dongs (de 140 a 230 dólares) durante 18 meses con el interés mínimo del 1%. Desde que gozan de los créditos, las miembros de la Asociación de la Mujer local han comprado más cerdos y pollos para impulsar la ganadería y así mejorar su nivel de vida.
Ejemplo de ello es la familia de Thi Cao, quien obtuvo un préstamo de 4 millones de dongs (unos 190 dólares) para adquirir un par de porcinos y venderlos después de que crezcan, ganando una diferencia de unos 140 dólares. Con este ingreso junto a un monto de 230 dólares aportado por su hijo que trabaja lejos de casa, garantiza los gastos regulares del hogar, suficientes para el pago de estudios del hijo menor. Thi Cao reveló: “Uso el préstamo para adquirir un par de ganados porcinos, los vendo y compro otros. Ahora crío sólo dos cerdos debido al clima difícil. Así es que invierto el resto de los capitales para comprar dos rebaños de gallos y patos. Aunque el Estado me ayuda con préstamos preferenciales, eso no es suficiente, por lo tanto no tengo más opción que criar gallos y patos”.
Similar a Thi Cao, la familia de Thi Phang tiene condiciones más difíciles. Su marido murió, dejando a esta mujer 5 hijos, todos sin capacitación vocacional por lo que trabajan como cargadores de piedras y en su tiempo libre cultivan hortalizas en la aldea para mejorar el ingreso. Luego del recibimiento de créditos bancarios para la producción, la situación ha mejorado. Thi Phang compartió: “Nada más recibir un préstamo de 4 millones de dongs, compré 3 ganados porcinos. Todos los días limpio el corral y corto vegetales en el huerto para alimentar a los cerdos. Antes éramos muy pobres. Sin embargo gracias al apoyo de la Asociación de la Mujer local, la vida de mi familia ha mejorado”.
Para ayudar a las féminas aldeanas en el uso eficiente de los préstamos, Neang Huong, vicepresidenta de la Asociación de la Mujer de la comuna Tho Son informó que se han ofrecido cursillos de ganadería para las mujeres locales. “Cada vez que una miembro de la Asociación de la Mujer local pide préstamos, yo, en calidad de jefa del grupo, la visita para ayudar a su familia en la cría eficiente de ganados. Organizamos clases de ganadería para mejorar la capacidad de las criadoras en aras de saldar a hora la deuda con el Estado”.
Conceder préstamos preferenciales a las mujeres para desarrollar la economía familiar es una política correcta de las autoridades del distrito Hon Dat. Con los capitales, la vida de las féminas locales ha mejorado y sus hijos han logrado mayor acceso a la educación. Sin embargo, estos progresos constituyen sólo los primeros pasos para renovar el aspecto distrital. De esta manera, se necesita una mayor asistencia de los organismos competentes y benefactores para consolidar los esfuerzos de las mujeres de Hon Dat en la superación de las dificultades para avanzar hacia una mejor vida.