(VOVworld) – La comuna An Dan, distrito Tuy An en la provincia central Phu Yen forma parte de las localidades más damnificadas por las inundaciones ocurridas en noviembre de 2009. El desastre natural azotó repentinamente llevándose casi todas las propiedades de los lugareños. A cinco años de esta catástrofe, los habitantes de la comuna An Dan han reparado sus viviendas y comenzado a reasentarse. A continuación, nuestro amigo Bosque se referirá a este lugar resurgido.
Lugareños de An Dan estan construyendo terraplén de
piedra para hacer frente a inundaciones
An Dan es una comuna litoral con pocas tierras cultivables por lo que los lugareños deben hacer otras faenas para ganarse el sustento, entre ellas la pesca y el pequeño comercio. Según cuenta Phan Thi Phuong, del villorrio número 3, antes de las inundaciones, su subsistencia era estable. Sin embargo, el azote del desastre natural, arrasó con todos los bienes del hogar. El nivel de las aguas cubrió hasta el techo de las casas destruyendo sembrados de arroz, búfalos, vacas, armarios y todo lo que encontró a su paso. La vida desde entonces ha sido dura, compartió Phuong. “Vivimos de otras fuentes de asistencia. Nunca habíamos experimentado tales inundaciones. Pensé que moría en las corrientes de la inundación. Aquí los bambúes son abundantes y obstaculizan la entrada de los barcos de socorro”.
La familia de Phan Thi Phuong tuvo suerte ya que dos vacas sobrevivieron a las inundaciones. Con estas propiedades salvadas pidió al banco un préstamo de 30 millones de dongs (unos mil 500 dólares), para comprar dos cabezas de ganado bovino y cultivar arroz y boniato. Hasta el momento, la vida ha ido mejor, dijo Phuong. “Gracias al apoyo del Estado, hemos salido de la miseria. Pensé que nunca lo lograríamos. Sobre las deudas, no podemos saldarlas hasta que nuestros hijos terminen sus estudios”.
No sólo la señorita Phuong quedó sin techo, la mayoría de los lugareños no tenían ni un céntimo debido a las anegaciones. La familia de Nguyen Hoang An en el villorrio 3 perdió 16 cerdos y vacas, haciendo penosa su subsistencia. Después de la calamidad, An pidió un préstamo bancario para adquirir ganado bovino y hasta el momento, la vida se ha normalizado. “Tuve que pedir préstamos para restablecer la vida porque mis padres son muy probles. La ganadería bovina reporta un buen ingreso, de 20 a 30 millones de dongs (entre mil y mil 500 dólares) por cada cabeza de ganado. Así que pedí de 500 a 750 dólares para invertir en crías”.
La resurrección milagrosa del oficio de elaborar barco-cesta de bambú en la comuna de An Dan
A diferencia de la familia de Nguyen Hoang An, las inundaciones se llevaron todas las propiedades del hogar de Tran Thi Thom. Su marido trabaja lejos de casa y por eso debe cuidar a sus dos hijos. La subsistencia de su familia depende solamente del salario de su esposo. Sin embargo, le tocó la suerte de conservar un único búfalo gracias a su desplazamiento hacia otra área antes de que azotaran las inundaciones y este animal fue devuelto a la familia dueña por lugareños. De momento, Tran Thi Thom teje lana para un centro de producción del distrito y hace faenas de campo para otras personas para ganarse la vida. Ella dijo: “Tejo dos piezas por día y gano 36 mil dongs (un dólar ochenta) por cada una. El trabajo es inestable. Hago faenas de campo y mi marido me ayuda mientras busca trabajo. Gano 300 mil dongs (15 dólares) al mes”.
Después de cinco años años, los vecinos de la comuna An Dan siguen superando las consecuencias de las inundaciones por una vida más decente. Para ello, además del apoyo del Estado y el Gobierno, los esfuerzos de superación de los habitantes locales juegan un papel vital para construir una comunidad cada vez más próspera.