(VOVworld) – En la frontera compartida entre Vietnam y Laos de 260 kilómetros de largo, se registró el primer hermanamiento entre dos localidades de ambos países en julio de 2005. Hasta la fecha, totalizan 24 las parejas de aldeas de amistad, en esta zona fronteriza común marcada por el compañerismo. De esta manera, los habitantes locales de ambas partes mantienen la solidaridad, no sólo en el desarrollo económico sino también en la garantía de la paz y la estabilidad en la frontera común.

Hoy, las mujeres de la aldea Phuong, en el distrito Sepon, provincia laosiana Savanakhet vienen al poblado Duy Tan en el municipio Lao Bao, provincia central Quang Tri, de Vietnam para reunirse en la casa de Chi, jefa del grupo de mujeres aldeanas en la frontera compartida entre los dos países para intercambiar experiencias de la vida cotidiana, tales como la ganadería, construcción de viviendas, y la preparación de bodas para los hijos, entre otros.

Un acto del del hermanamiento entre localidades  vietnamitas y laosianas

Kòngmani, jefa del grupo de féminas de la aldea Phuong informó que antes del hermanamiento de ambos poblados, las lugareñas aquí habían mantenido el acercamiento mutuo y estos lazos se han reforzado cada día.“Las aldeas Phuong y Duy Tan mantienen el cariño y el apoyo recíprocos y el intercambio comercial cumpliendo las leyes de cada país. Ambas partes se han ayudado mutuamente en el cultivo de maíz y plátano y respetando sus respectivas costumbres arraigadas”.

Según Nguyen Viet Sinh, patriarca del poblado Duy Tan, pese a las diferencias en cuanto a la identidad cultural, desde que ambas aldeas se hermanaran, pueden comunicarse con facilidad gracias a los intercambios trimestrales con el apoyo del puesto fronterizo. De esta manera, la vida de los lugareños ha mejorado cada día: “Cuando se intercambia, se requiere a cada parte presentar su propio potencial de producción agropecuaria y los logros hasta la fecha. Cuando roturamos esta tierra, vivíamos en casas destartaladas y con escasez de víveres. Sin embargo, nuestra vida de hoy prospera. Cada año, se registran de dos a cuatro familias que planean renovar su vivienda con más plantas. Hubo ocasiones en que 10 hogares reconstruyeron al mismo tiempo su casa”.  

Soldados del puesto fronterizo Lao Bao  instruyen a aldeanos laosianos de Ka Tang el cultivo del plátano

Cerca del poblado Duy Tan en el municipio Lao Bao, distrito Huong Hoa, provincia vietnamita Quang Tri, está la aldea Ka Tang, la que se hermanó con el villorrio Densavan, en el distrito Sepon, provincia laosiana Savanakhet hace 10 años. Según Nguyen Thi Thuong, jefa de la Asociación de Mujeres de Ka Tang, Con una distancia de apenas centenares de metros, los lugareños de ambas aldeas mantienen arraigados vínculos familiares por lo que su hermanamiento contribuye a consolidar esta coherencia. Los aldeanos ayudan recíprocamente en la eliminación de costumbres obsoletas y coordinan, para celebrar fiestas tradicionales de cada poblado. Nguyen Thi Thuong reveló: “Desde que ambas aldeas se hermanaran, la solidaridad entre Vietnam y Laos se ha reforzado. Cabe decir que ambas partes ahora parecen hermanos de una familia. Cada vez que viene el Año Nuevo Lunar, les visitamos y solo aportamos verduras, pero a ellos no les importa. Nos queremos mucho. En las celebraciones como el Día del Maestro, 20 de noviembre y el Día Internacional de la Mujer, 8 de marzo, les invitamos a intercambiar, creando un entorno de solidaridad. En los días festivos de Laos, nos invitan a participar con ellos. En el último Año Nuevo de Laos, aportamos cervezas y disfrutamos del juego de echarse agua. Nos dio mucha deversión”.

Con las primeras aldeas hermanadas, hasta la fecha se registran 24 parejas de poblados a lo largo de la frontera en la provincia vietnamita Quang Tri que linda con Laos. Además de ayudarse mutuamente en el desarrollo económico, el modelo de hermanamiento aldeano entre ambas partes ha contribuido definitivamente a reforzar la seguridad y la confianza de la población. Pese a las dificultades en la vida, los lugareños preservan la vecindad y amistad cultivadas durante tiempos.