(VOVworld) – Numerosos niños de la comuna de Na U, distrito de Dien Bien, provincia homónima viven sufriendo escaseces y por eso enfrentan grandes retos en el estudio. Sin embargo, con los esfuerzos incesantes de profesores de la escuela primaria Na U, los alumnos han sido alentados para no abandonar las clases.

Ubicada en el centro de la comuna, la escuela primaria Na U rebosa de risas y chácharas de los niños desde el inicio del año escolar 2014 – 2015, el 5 de septiembre. Sin embargo muchos atraviesan por una situación estremecedora.

Ya en el sexto grado, Ha Thi Sia, de baja estatura y cuerpo delgado, parece menor que sus compañeros y es introvertida. Conscientes de su problema, los profesores permitieron a Sia y su hermana a quedarse en el internado y visitar su familia cada fin de semana. Hasta la fecha, la primaria Na U se ha convertido en su segundo hogar. La alumna Sia dijo: “Me siento muy alegre en la escuela porque hay amigos y me enseñan idiomas extranjeros e informática. Aquí considero a los profesores como mis padres y ellos me tratan como una hija”.

Para garantizar el número de niños participantes en el inicio del nuevo año escolar, el profesorado del establecimiento docente Na U debe acudir a cada familia para persuadir a los alumnos y padres sobre la necesidad de estudio ya que los étnicos Mong en la localidad no prestan mucha atención a la educación. Cuando cumplen 7 u 8 años de edad, los niños de esta etnia deben ayudar a sus padres a cuidar sus hermanos menores y cosechar semillas y quitar hierbas. Para superar estas dificultades, las maestras no escatiman esfuerzos para llevar a estos pequeños a la escuela y después de la clase, los devuelven a su casa. Con 13 años de experiencia en el centro docente Na U, la profesora Nguyen Thi Dao reveló que ella y sus compañeros deben jugar el papel de padres de los alumnos. Dao dio a conocer: “En los primeros momentos, los alumnos se sintieron como si fueran pez fuera del agua y por lo tanto los profesores tuvieron que enseñarles a asearse. Les ayudaron a hacer todas las cosas, desde lavarse las manos y ducharse mientras los mayores saben cuidarse a sí mismo”.

La escuela primaria Na U incluye 13 clases para 240 estudiantes. El edificio del alumnado de dos plantas tiene 16 aulas espaciosas con suficientes pupitres e instrumentos escolares. En el recreo del centro escolar, hay toboganes infantiles y columpios. Sin embargo, a pesar de las facilidades favorables, el profesorado debe superar las barreras de idiomas y aumentar el número de clases de lengua vietnamita a los niños étnicos. Al tratar de los desafíos en la enseñanza, Vu Ngoc Quang, rector de la escuela Na U reveló: “Los profesores actualizan la situación de los alumnos y a cada maestro o maestra se le encarga cuidar a los niños, recopilando ropas para los necesitados. Todas las actividades han sido planeadas desde el año pasado y hemos cumplido las metas nada más que comenzar el nuevo año escolar”.

La mayoría de los alumnos son de la minoría étnica Mong en la comuna Na U y casi todos desean convertirse en profesores o doctores. Al comprender de sus aspiraciones, el profesorado de la escuela no escatima esfuerzos por convertir en realidad los sueños infantiles en la zona fronteriza de la patria.