(VOVworld) – La infundada reclamación soberana de Beijing en base de la línea de la lengua de vaca, o de 9 tramos, es decir un área en forma de una “U” en el Mar Oriental motiva fuertes críticas de muchos expertos de historia y justicia en el mundo, incluso de eruditos chinos. Recientemente el círculo intelectual chino continúa manifestando su rechazo a esta línea de demarcación, estimando que los problemas relativos deben ser resueltos primeramente, lo cual es clave para encontrar la paz en esta zona marítima.
La línea de 9 tramos (color verde) que traza China en el Mar Oriental
abarcan territorios soberanos de otros países
El Mar Oriental, de una superficie de 3,5 millones de kilómetros cuadrados se sitúa en el oeste del Pacífico. En esta zona, China declaró unilateralmente su soberanía con una línea de 9 tramos que parte desde el Golfo de Tonkín hacia el sur pasando por el litoral central de Vietnam de 50 a 100 kilómetros, hasta el banco de arrecifes James Shoal de Malasia y la isla de Natura de Indonesia, y luego torna al norte muy cerca de la isla Palawan de Filipinas cubriendo sus aguas soberanas, antes de terminar en el estrecho de Luzón entre Filipinas y Taiwán. En el mapa vertical que China publicó en junio pasado, esta línea incluye un tramo más, abarcando parte del Estado de Arunachal Pradesh de la India.
Sin bases jurídicas
Hasta ahora, China no puede exponer un documento que defina o concrete las coordenadas o la posición precisa de los diferentes tramos de su inventada línea de demarcación marítima, incluso en su nota diplomática presentada a las Naciones Unidas en mayo de 2009. Tampoco logra explicar por qué es una línea interrumpida y no una seguida al querer imponer una demarcación de la zona que llama “aguas históricas” o “frontera en el mar”. La opinión pública mundial no entiende la razón para justificar la ausencia del término “aguas históricas”, de la línea de la lengua de vaca en la Declaración del gobierno chino sobre las zonas marítimas del 4 de septiembre de 1958. En los documentos jurídicos de China promulgados posteriormente como el Decreto sobre las aguas jurisdiccionales y las áreas contiguas (en 1992), la Declaración sobre la línea de base jurisdiccional (en 1996), y la Ley sobre la zona económica exclusiva y la plataforma continental (en vigencia en 1998), tampoco abordó estas “aguas históricas”. Por lo que concierne a la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar en 1982, un documento jurídico ratificado por 161 países, incluida China, se puede decir que la reivindicación china en el Mar del Este es totalmente irracional. En esta Convención, no existe cláusula ninguna que reconozca el concepto “aguas históricas”.
El nuevo mapa vertical de China presenta la misma línea de demarcación
en la zona pero con 10 tramos
Rechazo de intelectuales nacionales
Nada más salir a la luz en junio de 2014, el mapa vertical de China con la línea dividida en 10 tramos que abarca casi todo el Mar Oriental choca con una ola de rechazo de sectores poblacionales en el país. El famoso foro bbs.tianya.cn de China publicó un artículo en el cual su autor dudó de la línea de 10 tramos, mientras su predecesora de 9 tramos ya no puede aguantar la crítica mundial. Hi Linh Hua, otrora experto del Centro de estudios sobre el mar de China también publicó en su blog un artículo con el título “Cuántos días le quedará a la línea de 9 tramos?” En el texto se afirma que el gobierno de Beijing carece de base para justificar esta línea como la demarcación fronteriza china, y citó al respecto la Convención de la ONU sobre el Derecho del Mar. Con antelación, el 30 de abril de 2013, el académico Li Wa Dang escribió en su página web personal “que nuestro país (China) estableciera la línea de 9 tramos cubriendo las zonas económicas exclusivas del total de 200 millas náuticas de países vecinos en el Mar Oriental provoca una serie de diferendos y contradicciones.” De acuerdo con Li, esta línea de demarcación es el quid de las disputas territoriales en el Mar del Este y el problema debe ser resuelto ante todo para la búsqueda de la paz en esta zona marítima. Asimismo afirmó que China debe considerar de modo serio la eliminación de las líneas de evocación histórica, para abrir camino a la solución de raíz de la cuestión del Mar Oriental.
Protesta internacional
Inmediatamente después de presentar China su línea de la lengua de vaca a la ONU en mayo de 2009, Vietnam y Filipinas enviaron sendas notas de protesta a la máxima organización mundial. A su vez Indonesia, en julio de 2010, también cursó una nota diplomática en repudio a la absurda reclamación china. En la declaración emitida el 23 de julio en 2010 en Hanoi, la entonces secretaria norteamericana de Estado, Hillary Clinton, alzó su voz rechazando las reivindicaciones marítimas contrarias a la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, al referirse a la controversial línea de la lengua de vaca de China. Esta pretensión choca con la crítica cada vez más enérgica de la comunidad internacional, incluyendo investigadores y juristas, los países relacionados con el contencioso como Vietnam, Malasia, Indonesia y Filipinas, y otros fuera de la región pero con intereses comerciales y navales en el área como Estados Unidos, Japón e India.
Le guste o no, China debe aceptar la realidad de que el Mar Oriental es una zona marítima estratégica vinculada con 9 países y un territorio, y forma una parte imprescindible en la política de desarrollo de todos los estados costeros de la región y del resto del mundo. En medio de la creciente integración internacional, la intrépida demanda de China aumenta cada vez más la categórica condena global.