(VOVworld) – La Aldea de Cultura y Turismo de las nacionalidades vietnamitas en Dong Mo, Son Tay, Hanoi, lució más animado y encendido por fiestas tradicionales y costumbres originales que se escenificaron en este espacio en los días del 15 al 17 de febrero, así como por los cantos folclóricos que entonaron pobladores étnicos procedentes de todas partes del país en el Festival primaveral. La identidad cultural de las comunidades étnicas y la solidaridad resaltaron en este encuentro de intercambio.
La identidad cultural de las comunidades étnicas y la solidaridad
resaltan en este encuentro de intercambio.
En una amplia área, el oficiante de la etnia Lo Lo, del distrito de Meo Vac, provincia norteña de Ha Giang estaba leyendo la oración para invitar a los genios a presenciar la ceremonia de pedir lluvia. Este rito tradicional dio inicio al Festival primaveral de las nacionalidades vietnamitas este año. Ho Viet Son, director del Centro de Cultura de la provincia de Ha Giang presentó así: “Los Lo Lo en particular y los pueblos étnicos en las zonas montañosas de Ha Giang en general viven en una meseta de piedra, donde sufren un clima riguroso de mucha frialdad y poca lluvia. En estas difíciles condiciones, los pobladores Lo Lo celebran en el inicio del año este rito para pedir lluvia. Creen que el cielo y los espíritus escuchan su petición y les proporcionan un clima favorable, abundantes cosechas y saludables crías. En esta ceremonia resalta la creencia agrícola de los Lo Lo.”
Semejante ceremonia del pueblo Cor, en Quang Nam cuenta con la participación del cacique mayor y toda la población. Los ritos reproducidos en Dong Mo se efectuaron entre los llamativos sonidos de los gongs y batintines. Duong Thi Thanh Lan expresó su orgullo de representar al pueblo Cor para dar a conocer las peculiaridades de su etnia a otras nacionalidades hermanas. “Me siento alegre por estar en este encuentro con las otras comunidades étnicas reunidas en el Festival. También porque pueden conocer en esta ocasión las tradiciones de nuestra población Cor.”
Muchachas étnicas lucen su atuendo tradicional
En otro rincón de la Aldea de Cultura y Turismo de Dong Mo, hombres y mujeres de la etnia Brau, de la provincia altiplana de Kon Tum, estaban colocando dos vasijas de aguardiente, 3 pollos, 3 cerdos, una cabra y semillas de arroz en hojas de plátano, preparaban ofrendas para la ceremonia de siembra del arroz. Mientras tanto, en una casa sobre pilotes de los Thai, el chamán Mun Luong, empezaba a dar los pasos rituales del trance.
A diferencia de la solemnidad de los ritos y ceremonias, las danzas tradicionales de “xòe” y “sạp”, las canciones alegres acompañadas por flautas y zampoñas, encendieron el ambiente de las festividades. En cada espacio cultural, los visitantes tenían otra oportunidad de disfrutar de nuevas e interesantes experiencias. Lejos de las zonas en las que se revivían las solemnidades y fiestas, en un vasto terreno, se reprodujo la carrera de caballos de Bac Ha, uno de los programas más esperados.
En las pistas, 5 caballos estaban galopando en la vuelta final hacia la meta entre los gritos entusiastas de los espectadores. Los famosos caballos de Bac Ha que por primera vez se presentaron en la capital conquistó la atención de muchas personas. Vu Van Tien, residente de Phuc Tho, Hanoi, expresó emocionado: “Es fascinante esta carrera. Si los organizadores no hubiesen traido acá los caballos de Lao Cai, yo no hubiera tenido la oportunidad de disfrutar de este espectáculo.”
La carrera de caballos de Bac Ha, uno de los programas más esperados
La carrera concluyó, sellando la victoria del jinete Vang Seo Huynh y su caballo registrado con el número 416. No importa mucho quien triunfe, sino la emoción que les transmitió a todos la contribución de los 16 corceles de la zona montañosa.
Entre los visitantes, se encontraban vietnamitas emigrantes, a quienes este Festival primaveral les dejó sensaciones especiales. Bui Hung, residente en Polonia compartió: “Esta es la primera vez que visito la Aldea de nacionalidades de Dong Mo. Me causa profunda impresión la solidaridad y unidad de las 54 etnias vietnamitas. Me marcó también la vitalidad de la rica cultura nacional. Me parece una actividad innovadora y muy significativa.”
El Festival primaveral en Dong Mo, Hanoi, se ha convertido en una cita cultural y artística comunitaria familiar. Las bufandas, fulas, o los sombreros y otros pequeños materiales que los pobladores de distintas comunidades étnicas se regalan, son como invitaciones para el próximo reencuentro en esta casa común de las nacionalidades vietnamitas.