(VOVworld) – Desde hace varios años, se promueven amplias campañas de donación de sangre en Vietnam, en especial con el llamado Festival de Primavera Rosa, que reúne cada año a un gran número de voluntarios. A través de esta actividad, los organizadores y participantes esperan contribuir a salvar vidas y mejorar la salud comunitaria. Con el lema “Compartir sangre, despertar esperanza”, el Festival de Primavera Rosa 2013 inaugurado el domingo pasado en el estadio nacional de My Dinh con la presencia de la vicepresidenta de la República Nguyen Thi Doan se colma de altruismo y benevolencia.

Al igual que en ediciones previas, desde muy temprano, acudió al estadio nacional una gran cantidad de jóvenes, dispuestos a compartir su sangre para contribuir a garantizar el vital líquido a más de 120 hospitales en el Norte. Un punto novedoso de la jornada ha sido la participación de muchas parejas y familias completas. Pham Van Minh y Pham Thi Thanh Van formaron parte de las 6 mil parejas de donantes en la Primavera Rosa 2013. Esta es la octava vez que Thanh Van se sumó a la donación de sangre, mientras su novio pasó por esta experiencia en dos veces hasta ahora. Minh cursa estudios en Hai Phong, donde hay pocas actividades voluntarias de este tipo, pero al saber de la disposición de Van, el muchacho recorrió más de 100 kilómetros que separa la ciudad portuaria de la capital para acompañar a su novia en la donación. “Llevamos bastante tiempo de noviazgo pero el estar juntos en esta jornada de generoso desprendimiento será un recuerdo imborrable para nosotros”, Van confesó. Por su parte, Minh se mostró feliz al encontrarse a su lado. “Esta es una ocasión muy especial, pues me uno con Van en esta actividad tan significativa, a diferencia de la primera vez, que me fui solo a donar sangre”. Ambos expresaron su afán de continuar participando en otros festivales de la Primavera Rosa con amor. Minh dijo: “Estoy aquí junto a mi novia con la disposición de compartir nuestra sangre con quienes la necesitan. Esta es una actividad práctica que se organiza a gran escala para movilizar aportes de la comunidad y estamos muy orgullosos de participar. Para nosotros se trata realmente de una gran experiencia.”

La jornada también contó con la presencia de 60 madres de voluntarios que llegaron al Festival para cuidarlos después de la donación de plasma y de ese modo percibir mejor el noble gesto de sus hijos, considerados como “combatientes de camisa roja”, que aportan para la vida de otros donando su sangre y movilizando a sus familiares y vecinos a seguir sus pasos. De hecho, muchas de esas madres han donado sangre en varias ocasiones. La señora Luu Thi Thiep, de la provincia de Ninh Binh, y madre de la joven Nguyen Thi Thu Van, de la Universidad de Ciencias sociales y Humanidades compartió: “Creo que la alegría más grande para las madres es ver crecer saludable y útiles a sus hijos. Lo que los jóvenes voluntarios están haciendo en bien de la comunidad causa mucha alegría y orgullo a las madres como yo. Sus aportes ayudarán a salvar a muchos enfermos y no hay otra cosa más grande que eso.”

En nombre de la entidad organizadora, la vice ministra de Salud Pública Nguyen Thi Xuyen llamó a una mayor participación del pueblo en esta movilización, en ayuda de las personas que necesitan un gesto solidario. “El Festival de la Primavera Rosa se ha convertido en una fiesta de los corazones altruistas”, manifestó la funcionaria quien además destacó la respuesta activa de los jóvenes a este gran movimiento que cada vez se torna más popular entre diferentes estratos de la sociedad, con las especiales atenciones del Estado y Gobierno.

Tras 20 años de despliegue, esta movilización cobra una significación humanitaria cada día más profunda, en especial en el momento en que Vietnam emprende la construcción de un sistema de transfusión de sangre para contar con reservas a fin de clasificarla en forma segura y la fabricación de productos derivados para tratamientos médicos y en pos de un desarrollo más armonioso del sector. La sangre que se dona es el mejor regalo que uno puede dar, puesto que es regalo de vida.