Por Armando Reyes (periodista cubano) 

   Caminar por el puente Long Bien sobre el río Rojo implica observar un símbolo de la inclaudicable voluntad vietnamita de nunca rendirse ante las adversidades como lo refleja esa construcción a lo largo de su centenaria historia.

Long Bien, el primer puente de hierro de Hanoi sobre el Río Rojo- 
centenario testigo de la historia que permanece con el tiempo

   Inaugurada el 28 de febrero de 1902, la vía peatonal y vehicular conectó a  Hanoi, la capital, con el Norte del país, y pese al tiempo transcurrido resulta una experiencia inolvidable, si el transeúnte de ocasión se detiene a valorar los episodios vividos por esa obra que, aunque de hierro, tiene mucho de humana.

   Muy poco podría reconocerse en la actualidad de esa trayectoria, solo el hecho de que a su referencia, los hanoyenses, sean mayores o menores, expresan orgullo y admiración ante la herrumbre de unas vigas que han soportado millones de toneladas de carga y de metralla enemiga.

   En 1890, Francia comenzó sus primeras explotaciones coloniales en Vietnam, para facilitar las cuales los dirigentes galos decidieron levantar el primer puente de hierro sobre el río Rojo.

El paisaje sereno y romántico del Río Rojo bajo el puente de Long Bien  

   Después de tres años, el cruce entró en funciones con el nombre de Doumer,  y tras la liberación de Hanoi en 1954, adoptó el de Long Bien.

   Su diseño y ejecución corrieron a cargo de las firmas francesas Deydé y Pillé, que tomaron como base el que habían edificado para la línea ferroviaria Paris-Orléans.

   Con sus vigas sobresalientes, original estilo, diseño y materiales de construcción, era, en aquel momento, el segundo viaducto más largo del mundo y el mayor del Oriente Lejano y de alguna manera ayudó a salir a Hanoi de su aislamiento natural, según el profesor de Historia Le Van Lan.

   Tenía la función de facilitar las explotaciones coloniales y apoyar la represión francesa contra los movimientos patrióticos en el Norte de Vietnam.

Long Bien fue blanco de bombardeos norteamericanos durante la guerra

   Ese es uno de los motivos por los que al puente se le asocia con los sacrificios de los revolucionarios y si sobrevive hasta hoy se debe también a las labores de reconstrucción durante guerras y tiempos de paz.

  Long Bien se mantuvo firme junto a quienes combatieron el colonialismo francés y ante los ataques aéreos estadounidenses, por lo que forma parte de un testimonio de la historia, siendo la historia misma. 

  Según Le Van Lan, es también una muestra de heroísmo de la era moderna, pues durante 60 días de encarnizados combates para liberar Hanoi de la dominación francesa, las áreas aledañas se convirtieron en escenario de hazañas del regimiento capitalino.

   Sin embargo, continúa el profesor en una conversación informal con este reportero, el momento más álgido en la historia del viaducto ocurrió cuando allí se colocaron cañones que ripostaron y derribaron a aviones B-52 durante el llamado Dien Bien Phu aéreo de las navidades de 1972.

Milicianos y combatientes, dispuestos a contraatacar aviones enemigos
para defender el puente

   Durante aquellos días difíciles, Long Bien fue bombardeado 14 veces, con nueve vigas destruidas y cuatro pilares afectados de gravedad.

   Una vez partido o averiado algún tirante, los obreros lo remendaban casi de inmediato para garantizar el flujo del tránsito vehicular o peatonal a lo largo de sus casi dos kilómetros de longitud.

   Bajo miles de toneladas de bombas, sus servicios permitieron el traslado de tropas, armas y alimentos hacia los frentes del Sur ocupado por las tropas norteamericanas.

   Así, el centenario viaducto se relaciona con tres naciones. Lo construyeron oriundos de Francia, pero luego quisieron destruirlo, al igual que los invasores de Estados Unidos, y nunca lo consiguieron, porque se interpuso el valor y el estoicismo de los hijos de Vietnam.

Long Bien presencia hoy el desarrollo de la capital y la vida moderna de los hanoyenses
 

   En la actualidad, Hanoi dispone de otros cuatro cruces sobre el río Rojo. Puentes más modernos y confortables que el Long Bien, aunque en todo caso, los valores históricos, culturales y hasta humanos de éste último, representan un monumento a la resistencia del pueblo vietnamita y a su deseo de vencer sea cual fuera la dimensión del enemigo.