Nguyen Ai Quoc (Ho Chi Minh) en el XVIII Congreso del Partido Socialista de Francia (26-11-1920). (Foto de archivo) |
El incipiente marinero que tomó como nombre Van Ba, cumpliendo el oficio de ayudante de cocina, se había trazado como meta conocer la entraña del enemigo y prepararse intelectualmente para derrotarlo según las condiciones sugestivas y objetivas, en el momento apropiado. Aquel joven que había afrontado sus primeras escaramuzas estudiantiles como Nguyen Tat Thanh se marchó de su país en 1911 convencido de que no era posible eliminar al colonialismo francés como lo intentaban muchos líderes vietnamitas de la época porque es necesario conocer tus fuerzas y las de tu enemigo, como lo dictara Sun Tzu ("El Arte de la Guerra"), parar poder vencer.
Después de conocer Boston, Nueva York, Londres y varias ciudades africanas, el inquieto viajero "ancló" en París, donde creció políticamente y descubrió la teoría revolucionaria que buscaba para asumir definitivamente el liderazgo de la lucha contra el colonialismo.
En la capital del imperio que tenía esclavizado a la Indochina, Nguyen Ai Quoc (El Patriota), seudónimo que lo visibilizó políticamente en Europa, se hizo marxista-leninista, periodista y figura internacionalista, militante del Partido Socialista y cofundador del Partido Comunista de Francia. Tras organizar a la nutrida comunidad vietnamita en Francia inició un nuevo periplo por varios países ahora como delegado de la Internacional Comunista. Convertido en Ho Chi Minh, desde el sur de China, muy cerca de Vietnam, unificó a las dispersas fuerzas revolucionarias de su país y creó en 1930 el Partido Comunista de Vietnam, como herramienta indispensable para cumplir su sueño; la derrota del colonialismo y el triunfo del socialismo en Vietnam.