El embajador de Vietnam en la República Checa, Thai Xuan Dung, en la ceremonia.

El rito tuvo lugar bajo el auspicio del Comité Central de la Sangha Budista de Vietnam en dicho país europeo para agradecer a los padres y antepasados por criar y educar a sus descendientes, además de consolidar los vínculos con su tierra natal.

En su intervención, el embajador de Vietnam en la República Checa, Thai Xuan Dung, afirmó que desde los tiempos remotos, la piedad filial siempre ha sido una buena tradición del pueblo vietnamita.

Thai Xuan Dung invitó a los monjes y creyentes budistas, así como a los compatriotas en la República Checa a mantener la unidad y acompañar a la Patria en el proceso de desarrollo, además de potenciar los logros obtenidos para prosperar.

Por su parte, el venerable Thich Minh Thuan dijo lo siguiente: “Los vietnamitas, sin importar de dónde vengan, tratan de hacer cosas buenas, ganando así respeto y mirando hacia el pasado, viendo las raíces de su pueblo y generando más amor hacia la Patria. Así se convertirán en buenos compatriotas, poniendo todo su empeño en estudiar, investigar y hacer buenas labores para sí mismo y para la sociedad, siendo así también un ejemplo a estudiar y seguir para sus descendientes y futuras generaciones”.

Vu Lan es una fiesta importante no solo para monjes y seguidores budistas, sino también para muchos vietnamitas en la República Checa en particular y en Europa en general, una ocasión para mostrar gratitud a quien les dio a luz, expresar el espíritu de bondad amorosa, compasión, empatía y ecuanimidad de las enseñanzas del buda. Es también una oportunidad para las generaciones de vietnamitas que viven en la República Checa, en particular, y países de todo el mundo, en general, para educar a las próximas generaciones sobre filosofía “Al beber agua, recuerda el manantial”, y el espíritu de solidaridad y bondad de la comunidad vietnamita.