Las casas inundadas hasta el techo en Jersón, el 7 de junio después de la voladura de la presa Nova Kajovka. (Foto: Reuters) |
En rueda de prensa diaria, Stephane Dujarric, portavoz del Secretario General de la ONU, informó que esta tragedia tiende a agravarse cuando el nivel de agua aún es alto, dejando anegadas muchas aldeas y cabeceras distritales, lo que impide el acceso de los lugareños a los servicios de primera necesidad y aumenta los riesgos para la salud.
Las Naciones Unidas y sus socios siguen trabajando a contrarreloj para brindar apoyo a las comunidades damnificadas. De acuerdo con Dujarric, las dependencias de la ONU han distribuido cerca de 12 mil botellas de agua y más de 17 mil kits de instrumentos para niños, además de 10 mil purificadores de agua para cinco áreas en Jerson y Nikolaiev.
Organizaciones humanitarias también están ayudando a la administración a evacuar a los habitantes y coordinar las viviendas para los desplazados de las ciudades de Nikolaev y Odesa.
Según informaciones oficiales, se registraron al menos siete desaparecidos tras las inundaciones causadas por la destrucción de la presa Nova Kajovka, en el río Dniéper y a 60 kilómetros de la ciudad ucraniana de Jersón. Mientras tanto, unas 14 mil casas permanecen inundadas y la cifra total de personas evacuadas supera las seis mil.