El espacio expositivo del país indochino puso énfasis en las ventajas y potencialidades de su industria del ocio, enfocándose en los 20 patrimonios culturales materiales e inmateriales reconocidos por la Organización de las Naciones Unidas para la Ciencia, la Educación y la Cultura (Unesco), los miles kilómetros de litoral, sus tradiciones milenarias y su rica gastronomía, entre otros factores.

El evento contribuyó a enriquecer el conocimiento de los visitantes canadienses sobre la cultura vietnamita y abrió numerosas oportunidades para aumentar el intercambio pueblo a pueblo y desarrollar la cooperación turística bilateral.