Foto de ilustración (VNA)
|
Figurando entre las naciones más afectadas por las bombas y minas sin explotar después de la guerra, el país indochino considera la tarea de mitigarlas como una prioridad constante y apremiante de todas las instancias, además de ayudar a sus víctimas a la integración en la sociedad e impulsar la divulgación de las medidas preventivas en toda la comunidad.
El coronel Nguyen Hanh Phuc, vicedirector general del Centro de Acción contra los explosivos de Vietnam, dijo: “Como un plan anual en el período 2010-2025, Vietnam debe desminar una superficie de 50 mil hectáreas. Este trabajo depende en gran medida de las asistencias tanto nacionales como internacionales. El año pasado, desactivamos bombas y minas sobre más de 30 mil hectáreas con la ayuda del Gobierno, las empresas y las inversiones extranjeras.”
Los explosivos remanentes como consecuencia de la guerra amenazan de manera diaria a los vietnamitas. Según las estadísticas, la superficie contaminada por estos artefactos abarca 6,1 millones de hectáreas a lo largo del país, especialmente en la región central.