Esta fue la valoración del coordinador nacional del Partido del Trabajo de México (PT), Alberto Anaya Gutiérrez, en ocasión de los 70 años del triunfo de esa batalla (7 de mayo) y 49 años del Día de la Liberación del Sur y la Reunificación Nacional del país indochino (30 de abril).
 En la tarde del 7 de mayo de 1954, la bandera del Ejército Popular de Vietnam ondea en el techo del búnker del general De Castries, comandante en jefe del cuerpo expedicionario francés, marcando la histórica victoria de la campaña de Dien Bien Phu del ejército y pueblo de Vietnam. (Foto de archivo: VNA) |
Según el político mexicano, la gran victoria de Dien Bien Phu abrió una nueva página en la historia del movimiento revolucionario internacional, además de ser una gran fuente de apoyo y aliento para la lucha por la independencia en otros países del mundo.
La victoria de Dien Bien Phu y el acontecimiento del 30 de abril sobrepasaron la estatura y el marco de una nación, porque fueron la encarnación y símbolo del deseo ardiente y la fuerza inquebrantable de un pueblo que luchó por la libertad y la independencia, dijo Anaya Gutiérrez.
 El coordinador nacional del PT de México, Alberto Anaya Gutiérrez, en una entrevista concedida a la Agencia Noticiosa de Vietnam. (Foto: VNA) |
Recalcó que el espíritu de solidaridad, autoderminación, la voluntad de luchar y de vencer, y las lecciones históricas de la victoria de Dien Bien Phu mantienen intactos sus valores hasta el día de hoy, porque ese éxito ha sido, es y seguirá dando fuerzas a Vietnam para caminar con firmeza por el camino elegido por el presidente Ho Chi Minh y el Partido Comunista, remarcó.
Mientras tanto, el historiador británico John Callow afirmó que la victoria de Dien Bien Phu es producto de la práctica política y militar única, y se derivó directamente de las virtudes personales y la sabiduría extraordinaria del presidente Ho Chi Minh y el general Vo Nguyen Giap, aplicada y desarrollada en el colectivo del Partido Comunista de Vietnam. Callow también dijo que este triunfo derrotó el dominio colonialista de Occidente, militar, cultural y económicamente, y abrió una visión liberadora para los pueblos del mundo.