En los diálogos, ambas partes coincidieron en que resulta imprescindible continuar los esfuerzos para “la desnuclearización completa, verificable e irreversible de la península de Corea” y acordaron una estrecha coordinación hacia este objetivo.
También abordaron el tema del secuestro por parte de Pyongyang de ciudadanos japoneses durante los años 1970 y 1980, así como la firma e implementación del acuerdo de libre comercio entre Japón y la UE, y la coordinación bilateral en el marco del Grupo de los siete.