El texto, de 20 páginas, establece el principio de diseño seguro, según el cual las empresas desarrolladoras de esta tecnología en los países signatarios deben comprometerse a evitar que los usuarios de sus productos los usen para fines erróneos.
El acuerdo, a pesar de no ser vinculante, es el primer texto al detalle que lograron para concretar el llamado del primer ministro británico Rishi Sunak, en la Cumbre de la IA celebrada en el Reino Unido. También resalta la seguridad como la prioridad número 1, no la tecnología ni el mercado, así como el papel principal de los gobiernos en el control de la IA. En esa primera reunión cimera sobre el tema, Sunak destacó: “Hasta ahora, las únicas personas que supervisan y ponen a prueba los sistemas de IA han sido las empresas que los desarrollan. Eso debe cambiar. Trabajaremos con otros países para probar los sistemas de IA antes de su lanzamiento. Aprovechar esta tecnología de forma segura dará frutos más allá de todo lo que hayamos conocido”.