Estos planes pretenden responder a una serie de riesgos derivados de la pandemia de covid-19, el conflicto en Ucrania, los ataques cibernéticos dirigidos a las obras de infraestructura y las crecientes tensiones geopolíticas.

Entre otras propuestas, se espera una revisión de las normas de supervisión de inversiones extranjeras directas que puedan suponer una amenaza para la seguridad de la UE. Esta medida también se aplica a las inversiones dentro de la UE si el inversor está controlado por una empresa extranjera. Estas modificaciones podrían tardar tres años en entrar en vigor.

Recientemente, la CE ha promovido la coordinación entre los Estados miembros de la agrupación para controlar la exportación de productos que pueden ser utilizados por ejércitos y agencias de inteligencia extranjeros.

Según el vicepresidente ejecutivo de la CE, Valdis Dombrovskis, en un mundo geopolíticamente más conflictivo, el bloque comunitario afronta cada vez más  riesgos de seguridad. Por lo tanto, instó a los países miembros a actuar juntos para operar en esta situación de confrontación geopolítica.