Ese es el contenido de dos cartas que el Ministerio de Relaciones Exteriores sirio envió este 5 de enero al secretario general de la ONU, António Guterres, y al presidente rotativo del Consejo de Seguridad de la mayor organización global, Francisco Antonio Cortorreal. En las cuales, la Cancillería siria denunció los crímenes perpetrados por la coalición, especialmente los últimos bombardeos en las ciudades de al-Kishkiyah y al-Shaafah, y acusó a la alianza de nutrir al llamado Estado Islámico y ayudarlo a expandirse.

También urgió al Consejo de Seguridad de la ONU a adoptar medidas inmediatas y efectivas para detener los ataques aéreos, los asesinatos masivos y la destrucción sistemática de las infraestructuras de Siria. Además, exigió el establecimiento de un mecanismo internacional independiente para investigar los delitos, castigar a los culpables y compensar a las familias de las víctimas.