El régimen de seguridad antiterrorista se promulgó en dichas localidades el 24 de junio después de un motín realizado por el grupo militar privado Wagner. Con la medida se restringía el tráfico y el desplazamiento, a menos que fuera necesario, y se cancelaban las reuniones masivas.
No mucho después de decretado el régimen de seguridad antiterrorista, y con la mediación del presidente bielorruso Alexander Lukashenko, las fuerzas de Wagner acordaron retirarse a sus tiendas improvisadas, mientras el Kremlin acordó otorgar inmunidad procesal a su líder, Yevegeny Prigozhin.