Para muchos economistas y empresarios, este documento marca un hito innovador, e incluso puede considerarse una auténtica “declaración de reforma” para la economía privada, gracias a numerosos enfoques y directrices sin precedentes.
Pham Nguyen Khang, director de la empresa siderúrgica Minh Trang, con sede en My Tho, provincia sureña de Kien Giang, considera que la Resolución 68 supone una ruptura y una nueva mentalidad, tanto en la percepción como en la acción. La resolución reafirma el objetivo de “un Estado orientado al desarrollo, al servicio y apoyo del crecimiento rápido y sostenible de la economía privada, evitando interferencias administrativas contrarias a los principios de mercado; y promoviendo una relación abierta, cercana, íntegra y orientada al desarrollo entre las autoridades y las empresas”.
“La Resolución 68, emitida por el Buró Político, representa un motor clave para el país. La ciudadanía la recibe con satisfacción, al reconocer el derecho a realizar todo aquello que la ley permite. Con esta nueva resolución, se esperan transformaciones futuras, especialmente en la agilización de los trámites administrativos públicos, para que sean más rápidos, simples y realmente favorezcan el desarrollo sostenible del sector privado”.
Según expertos, la Resolución 68 impulsa el desarrollo de una economía de múltiples componentes, con un papel destacado para las empresas privadas. El profesor Pham The Anh, de la Universidad Nacional de Economía, analizó: “Los recursos de inversión a largo plazo deben provenir del sector privado, no del sector público, ya que no contamos con la capacidad financiera suficiente para sostener indefinidamente grandes proyectos clave. En una etapa inicial debemos recurrir a proyectos de inversión pública, pero el objetivo final es atraer capital privado y movilizar los recursos de toda la economía. Solo así podremos generar ingresos fiscales, construir infraestructuras económicas y promover un desarrollo sostenible a largo plazo”.
Numerosos expertos y empresarios coinciden en que la Resolución 68 será, sin duda, un catalizador para que las empresas privadas den un salto cualitativo, y junto a los demás sectores económicos, contribuyan a construir una economía vietnamita autónoma, resiliente e integrada de manera profunda, sustantiva y eficaz en la economía global, llevando al país hacia un desarrollo próspero.