El canciller qatarí, Sheikh Mohamed bin Abdelrahman Al-Thani, en la rueda de prensa en Doha el 11 de julio (Foto: AFP/VNA)

Al Tha-ni las acusó de ejecutar las políticas “persistentes” contra su Gobierno y de negar la ilegalidad de estas sanciones.

Tras una reunión en Manama (capital de Bahréin), los titulares de Relaciones Exteriores árabes coincidieron en continuar “boicoteando” a Doha y no retirar las peticiones impuestas a ese país. Manifestaron su disposición de dialogar con Qatar en busca de aliviar sus diferendos bajo la condición de que acepte la lista de sus 13 demandas, incluida la finalización de los apoyos al terrorismo y las intervenciones en los asuntos internos de otros Estados. Aseguraron que estos castigos tienen como finalidad “defender la soberanía nacional” en conformidad con las normativas internacionales.

El mismo día, Qatar presentó su reclamo ante la Organización Mundial del Comercio para protestar el “bloqueo comercial” de Arabia Saudita, Bahréin y los Emiratos Árabes Unidos. Mediante su “solicitud de consulta” con esos países, primer paso en las negociaciones sectoriales, Doha activó el plazo de 60 días para que se resuelva su petición. En caso contrario, tomará medidas de represalia.