El presidente de Rusia, Vladimir Putin. (Foto: kremlin.ru)
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Uno de los temas destacados en la nueva Estrategia es la creciente importancia que concede Moscú a la defensa. Entre las principales tareas, Rusia prioriza la protección de los intereses de sus ciudadanos en el país y en el extranjero.
La estrategia establece que para proteger los intereses nacionales de Rusia de las amenazas externas e internas, "incluidas las acciones extranjeras hostiles", es necesario potenciar aun más los logros y las ventajas competitivas existentes de la Federación, así como calcular tendencias a largo plazo en el desarrollo mundial.
La nueva versión de la Estrategia de Seguridad Nacional también considera que la construcción de la infraestructura militar cerca de las fronteras de Rusia y el aumento de las actividades de inteligencia por parte de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) representan grandes peligros y amenazas militares contra Moscú.