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En su discurso de apertura, el mandatario brasileño instó a los países a tomar decisiones políticas firmes para combatir el hambre.
El nacimiento de la Alianza Global contra el Hambre marcó un triunfo para Lula al obtener la firma de apoyo de 81 países, incluidos 18 de los 19 miembros del G20.
La coalición también cuenta con el apoyo de organizaciones internacionales como la Unión Europea (UE) y la Unión Africana (UA), ambas miembros del G20, así como de instituciones financieras y organizaciones no gubernamentales, elevando el número total de signatarios a 147.
El objetivo de esta iniciativa es reducir el hambre en el mundo, que afectó a 733 millones de personas el año pasado, lo que representa el 9% de la población mundial.
Lula también destacó los devastadores impactos del cambio climático en todo el mundo y exhortó a los líderes a actuar con valentía.
El mismo día, Azerbaiyán, país anfitrión de la 29ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP29), hizo un llamado a los líderes de las mayores economías del mundo a que enviaran una señal clara sobre la necesidad de abordar el calentamiento global.