La operación es una medida de represalia contra las fuerzas hutíes que han realizado arremetidas durante meses contra buques de transporte en el Mar Rojo.
El destructor estadounidense USS Carney intercepta misiles y drones de las fuerzas hutíes en el Mar Rojo. (Foto de archivo: AFP/VNA) |
El portavoz del Secretario General de las Naciones Unidas, Stéphane Dujarric, subrayó: “Estamos muy preocupados por los riesgos de una mayor escalada de conflictos, así como por los impactos de esta escalada en toda la región. El Secretario General de la ONU pidió a todas las partes implicadas evitar que empeore aún más la situación, para garantizar la paz y la estabilidad en el Mar Rojo y en la región.
En cuanto a los ataques aéreos de la coalición estadounidense-británica contra las fuerzas hutíes en Yemen en las primeras horas del 12 de enero, los testigos confirmaron que hubo explosiones en bases militares cerca del aeropuerto de la capital, Saná, y en Taiz, la tercera ciudad más grande de Yemen, así como en una base naval en el puerto yemení de Hodeida en el Mar Rojo y enclaves militares en la provincia costera de Hajjah. Mientras tanto, los hutíes informaron que cinco combatientes de esta fuerza murieron en 73 ataques aéreos enemigos y prometieron tomar represalias contra Occidente con ataques en el Mar Rojo.