(VOVworld) – El ambiente de la Conferencia anual de Seguridad de Múnich en desarrollo en la ciudad alemana se calienta hora tras hora por las disputas entre grandes potencias como Rusia, Estados Unidos y la Unión Europea sobre temas candentes de la actualidad mundial como Siria y Ucrania. Intereses estratégicos y cálculos políticos impiden a las partes encontrar una voz común. Mientras que el ministro ruso de relaciones exteriores, Serguei Lavrov, estimó que nadie tiene derecho a imponer un futuro para Ucrania, Estados Unidos y la Unión Europea defendieron las manifestaciones en ese país. No solo son divididos por el caos en Ucrania, la situación en Siria también afecta mucho las relaciones entre Rusia y Estados Unidos. Tras el fracaso de la primera ronda de negociaciones de Ginebra II, las dos potencias realizaron conversaciones bilaterales pero ambas partes no comparten la misma postura sobre el futuro político del presidente sirio Bashar al Assad. Mientras Estados Unidos continuó manifestando su apoyo a las fuerzas opositoras en Siria y la salida de al Assad, Rusia persistió en que el futuro de Siria debe ser decidido por su pueblo y rechazó cualquier injerencia extranjera.