El texto prevé reducciones anuales vinculantes para cada Estado miembro de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) del transporte por carretera, la calefacción de edificios, la agricultura, las pequeñas instalaciones industriales y la gestión de residuos.
El Reglamento de reparto del esfuerzo forma parte del paquete legislativo “Fit for 55”, el plan de la Unión Europea para reducir las emisiones de GEI en al menos el 55 % para 2030 en comparación con los niveles de 1990. También busca aumentar la meta de reducción de emisiones de GEI para 2030 del 30 % al 40 % con respecto a los niveles de 2005 para el conjunto de la Unión.
Por primera vez, los países miembros tendrán que reducir sus emisiones de GEI cumpliendo objetivos que oscilan entre un 10 % y un 50 %.
Las metas para 2030 de cada país integrante se basan en el PIB per cápita y la rentabilidad. Los Estados miembros también deberán garantizar cada año que no se supere la cuota anual de emisiones de GEI establecida.