Según Islamabad, el ejército afgano abrió fuego el 11 de octubre contra varios puestos de control pakistaníes. Kabul aseguró haber abatido a 58 soldados enemigos, aunque no precisó el origen de esa cifra.
Ambas partes afirmaron haber destruido instalaciones fronterizas del adversario. Fuentes de seguridad paquistaníes informaron que el tiroteo terminó en la mañana del 12 de octubre.